Líderes políticos, científicos, expertos y decenas de ONG tomarán el pulso a la Tierra en Copenhague.
Este es el postulado de los organizadores de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague (COP15) a la que tienen previsto asistir unas 15,000 personas de 192 países, entre líderes, ministros, organizaciones ecologistas y medios de prensa.
La conferencia quiere dar una respuesta categórica a la amenaza global del cambio climático para encauzar a la humanidad hacia un crecimiento sostenible para todos.
Con la industrialización ha aumentado el volumen de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sobre todo, de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, fundamentales para la vida en la Tierra, y que impiden que parte del calor solar regrese al espacio.
Esto significa que en Copenhague sólo se podrán aunar voluntades políticas hacia un documento sucesor del Protocolo de Kioto de 1997.