Martes 8 de dic. de 1998

 









 

 


EDITORIAL
El fracaso del día-puente de ayer

La obsecación de los mandatarios actuales mantiene vigente las normativas del Decreto Ley 8 de 1997, mediante el cual se hace obligatorios los días-puentes para cumplir los feriados de las efemérides y las conmemoraciones nacionales, a pesar de la oposición manifiesta de la colectividad que resiste tal cambio y defiende tradiciones valores y eventos de histórico acontecer, descartando los intereses pequeños de los defensores quienes sostienen los beneficios en el giro turístico y hotelero.

En el caso de ayer, lunes 7, cuando la inflexibilidad gubernamental adelantó el feriado del Día de la Madre, fecha coincidente con la Inmaculada Concepción de la Virgen María, las consecuencias fueron evidentes, una fortísima bofetada a la improvisación y al apuro, dado que los comercios mantuvieron abiertas las puertas y prefirieron cancelar los castigos financieros laborales para aprovechar las ventas y comercialización del día.

En el caso específico de la celebración en honor a las madres panameñas, las autoridades eclesiales, las entidades cívicas y comunitarias de cumbre, formularon peticiones para que se reconsiderara el traslado de la fecha, las que no fueron atendidas, y sirvieron de motivo de chascarillos de insensibles miembros del "cogollito" mandatorio, erosionando así las estimas que merecen los personeros de la Iglesia, a la vez qe eliminaron actos que tradicionalmente se realizaron en las Juntas Comunales, en evidente insensibilidad para con las sufridas madres de las comunidades, los arrabales y los suburbios.

HOy, 8 de diciembre, la comunidad observará los rituales y reconocimientos a las madres nativas, reafirmando la voz del pueblo, que debe atenderse en su valía soberana; en adición, hoy habrá marcha callejera, y reclamos obreros y estdiantiles contra los días-puentes y la negociación que busca enajenar el agua y los alcantarillados en manos de empresarios particulares.

No hay peor ciego que el que no quiere ver; eso ocurre con el régimen perredista que se erosiona aceleradamente, mientras sus personeros de cumbre siguen imbuidos de providencialismos y cantos de sirena; recuerdos del pasado.

La efemérides religiosa que coincide en Panamá con el Día de las Madres constituye evento de obligatoria observancia para los católicos y su vigencia supera cuatro siglos, motivo suficiente para que quienes deciden en Palacio anden despacio, evitando causar un enfrentamiento que los deje maltrechos, arrinconados y en verguenza: Los actos de hoy son argumentos idóneos para rectificar, si se tiene ánimo constructivo y consensuador.

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Madres anónimas cuyo dolor antiguo pudre su existencia en la sierra indígena.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no guardo el verdadero sentido de las fiestas.


OPINIONES



 

 

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