Los árboles de Navidad naturales suelen acumular moho en sus ramas y eso es lo que desencadena la alergia e incluso el asma.
Por lo tanto, quienes creen que son alérgicos a los árboles de Navidad son en realidad alérgicos a los hongos.
Para suavizar estas reacciones alérgicas, conviene sacudir a conciencia los árboles naturales de Navidad y, antes de meterlos en casa, dejarlos unos días en algún lugar bajo techo.
Mejor todavía es poner árboles de Navidad artificiales. Pero, si has guardado tu árbol en el sótano puede tener moho y polvo. Por eso, es necesario que lo limpies cuidadosamente. Y lo mismo debes hacer con los adornos. Y si vas a comprar nuevos adornos para el árbol de Navidad, evita los de tela y elige otros más fáciles de limpiar, de plástico, vidrio o metal.
Y cuando acaben las fiestas, guarda los adornos en bolsas de plástico, en lugar de cajas de cartón donde podría acumularse el moho.