ABRACADABRA
"La perfidia del PRD y sus satélites"
"Para la cúpula
gobernante, Panamá no es una Nación sino un negocio, que hay
que explotar al máximo para beneficio de los que lo controlan."
Carlos Guevara Mann
El pregón torista
de "el pueblo al poder" fue la más grande farsa de los
últimos tiempos, pues el Torodictador, el PRD y sus satélites
no han hecho más que oprimir al pueblo, a través de la privatización
del INTEL y del IRHE, la entrega de nuestros recursos a concesionarios extranjeros,
la eliminación de los controles de precios, la promoción de
la minería, la rebaja de aranceles, el endeudamiento masivo, y el
despilfarro de fondos públicos para pagar viajes, aviones, helicópteros
y aumentos de salarios.
Y cuando el pueblo justificadamente se queja, como en el caso de los
"días-puente" o la privatización del IDAAN, la torodictadura
no sólo reprime con violencia, sino que además nos ultraja
con nombramientos como el del nuevo Fiscal Electoral, Gerardo Solís.
Esta designación, decretada el jueves 3 de diciembre - mismo día
en que la Policía reprimió salvajemente al pueblo en la Asamblea
- es un acto de perfidia, porque a Solís se lo conoce como servidor
incondicional de Ernesto Pérez González.
Mientras el Ejecutivo nos sojuzga, la Asamblea - en cumplimiento de la
agenda torista - desdeña al pueblo y ordena que se lo reprima con
sevicia.
Es tal la abyección de los cuarenta filibusteros de la aplanadora
oficialista, que se niegan a realizar la más básica de las
funciones de toda cámara representativa: escuchar a sus representados
y tomar en cuenta sus puntos de vista.
Bajo la torodictadura, no hay lugar en Panamá para el diálogo
razonado, la negociación inteligente y la manifestación de
la opinión ciudadana, como en todos los regímenes democráticos
modernos.
Burla y desprecio es lo que hay para los que protestan, y si protestan
mucho se pisotean sus derechos, se les entra a toletazos, perdigonazos y
bombazos, y se los arresta y maltrata en las cárceles de la torodictadura.
Para la cúpula gobernante, Panamá no es una Nación
sino un negocio, que hay que explotar al máximo para beneficio de
los que lo controlan.
Si ello demanda el sacrificio de la inmensa mayoría de la población,
no importa: que aguanten. Según la mentalidad torista, el pueblo
existe para hacer más ricos a los que mandan, y punto.
Por eso hay que preguntar a cada ciudadana y ciudadano de este país:
Va Ud. a apoyar la continuación de semejante gobierno anti democrático
y anti popular?
Votará Ud. por un partido cuyo jefe le da la espalda al pueblo?
Con su actitud grosera en Colón, el 5 de noviembre, el Torodictador
simbolizó lo que ha sido su gestión de cuatro años.
Votará Ud. por un partido cuyo jefe insulta a la población?
En eso se ha pasado el señor Pérez desde 1994, como cuando
dijo que la Universidad era un "club social" donde las estudiantes
iban "a buscar novio".
Votará Ud. por un partido cuyo jefe reprime al pueblo? En vez
de escuchar las quejas justificadas de la población y reaccionar
positivamente a ellas, el Toropoderoso, peor que en tiempos de dictadura
militar, envía a los jenízaros a su servicio a ocupar la Universidad
y el Instituto Nacional.
Quiénes son responsables por este último exabrupto? De
manera individual: Ernesto Pérez González, jefe absoluto del
PRD y sus satélites; Mariela Sagel, del Papa Egoró, Ministra
de Gobierno y Justicia; Eduardo Herrera Cedeño, Gobernador de Panamá;
y José Luis Sosa, Director de la Policía, quien agrega sal
a la herida al "felicitar" a sus subalternos por los abusos que
llevaron a cabo.
HAY QUE DENUNCIARLOS POR VIOLAR LOS DERECHOS HUMANOS
Pero el PRD y sus satélites - Solidaridad, Liberal Nacional y
ahora Papa Egoró - también son colectivamente responsables
por los últimos acontecimientos, al igual que por todas las medidas
opresivas de la torodictadura anti popular.
Votar por el PRD y sus satélites es apoyar su estilo de gobierno
corrupto y anti democrático, por más que sus candidatos aparezcan
ante las cámaras con cara de "yo-no-fui", con el cuento
de que ellos no están de acuerdo con algunas medidas de la torodictadura.
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