Lo más hermoso que sirve de complemento a nuestra existencia es la naturaleza que nos rodea. Empero la actitud aturdida del hombre ha ido afectando la calidad de éstos recursos naturales, puestos a nuestro alcance por el creador y que son a su vez fuentes de riquezas económicas. Sin embargo, algunas veces no dejará de ser preciso que tomemos ciertas disposiciones extremas como son podar o cortar un árbol que implica un peligro inminente para nuestras casas. Lo más importante para todo conglomerado social es su gente y ella tiene primacía de solución frente a todas las situaciones que se les presenten. He visto por enésima vez que un árbol cercano a una vivienda le ha caído arriba causando destrozos, en otros casos a personas ocasionándoles la muerte.
Pero algunas veces las autoridades toman el asunto a chacota, quedando el interesado en total vilo, tal es mi caso con un árbol de mango cuyas ramas están seriamente inclinadas hacia nuestra vivienda, declarando una grave amenaza. Le he escrito cartas peticiones a todos los que presuntamente se deben dar por aludidos y que va, esto es tirarle harina al saco roto. Hace algunos días escuché que ANAM no es la encargada de realizar éstos cortes, pero estimo que existe un Departamento de Ornato y Medio Ambiente Municipal, asentado para tales fines. Allí tengo mis requerimientos firmados, pero sin resultado alguno y de ocasionarme una catástrofe, �Quién será responsable? El árbol está en los predios de una propiedad privada, tal vez para futuras construcciones y completamente cercado.
Es triste buscar soluciones de cabo a cabo y no encontrarlas, sabiendo que es allí donde se pueden dilucidar los asuntos. Los jefes deben revisar estas anomalías con asiduidad en todos los departamentos, para ello se les paga con los impuestos que cada uno de nosotros solventamos. Si el árbol se cae mañana, �Quién paga la vivienda? Porque lo quiero constante y sonante. Estoy ante el riesgo y exijo una pronta solución. Entiendo que la ANAM tiene que atender lo que concierne a las áreas rurales y Ornato cúa ciudad.
