Hay un nombre que en los últimos años ha hecho ruido en la natación nacional y ha conseguido convertir el agua en su segunda casa. Tanto es así, que en la piscina se siente como una pez. Se trata de Samantha Hoss De León, de 16 años, quien a pesar de su corta, edad es toda una promesa de la natación panameña.
Esta nadadora del Club de Natación Delfines Azul quien se ha destacado en estos últimos años en su categoría y, a nivel nacional, se ha mostrado intratable.
Hoss empezó a dar sus primeras brazadas con tan sólo 5 años y desde ese momento se enamoró del agua.
En el pasado Campeonato Nacional e Internacional Interclubes de Natación "Delfín de Oro", que se desarrolló en la piscina Eileen Coparropa, se adjudicó el primer puesto en su categoría, después de obtener cuatro preseas de oro, dos de plata y tres de bronce.
Respecto a su deporte favorito, Samantha señaló: "La natación es muy dura, pero merece la pena. Después de competir, al acabar la prueba, la sensación que sientes es muy especial, no tiene precio".
Como ella misma confiesa, lo más importante, tanto en la vida como en el deporte, es ser constante. El esfuerzo y la tenacidad son los responsables de que se cumplan los sueños.
META
Como cualquier atleta, su verdadera meta es "seguir mejorando y poder llegar a un Mundial absoluto o a unos Juegos Olímpicos", confesó Hoss.
Sin embargo, de momento, tendrá que conformarse, con suerte para hacer las marcas mínimas para las primeras Olimpiadas Juveniles de Natación en Singapur, en el 2010.
Es por eso, que viajará el próximo mes de febrero a Estados Unidos, en busca de lograr la marca para las Olimpiadas Juveniles.
Por sus actuaciones anteriores, es cuando se le empieza a vislumbrar a esta pequeña delfín de la natación un futuro prometedor en este deporte. Hoss cree que estos comentarios "Es bueno escucharlos, porque te animan y te motivan para seguir día a día entrenando, compitiendo y mejorando". Sin embargo, reconoce: "Que es difícil vivir de este deporte, porque hay que ser muy buena y por eso tengo que seguir estudiando".
A pesar de todo, la tritona istmeña se lo toma en serio y por eso entrena todos los días con "sacrificio y constancia", porque quiere superarse y, al menos, "intentar llegar lejos".
Quién sabe si dentro de tres años, en los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012, se le podrá ver en el agua con el combinado nacional y, tal vez, �por qué no?, verla con una presea desde lo más alto del podio.
Hoss tiene la casta de los grandes campeones, alguien que se transforma en el agua al iniciarse la prueba para convertirse, hasta tocar la pared, en una cazadora de marcas personales sin límite, incansable, impasible ante los malos momentos a sabiendas de que sus actuaciones sólo dependen de ella misma.
El futuro está en sus manos, Hoss llegará tan lejos como su ambición e ilusión le permitan.
