Saludos, amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy en otro día de emociones, cuando el año empieza a cerrar la novena y nos traen al mejor cerrador de todos, para poner cerrojo al 2009.
Hablemos un poquito del juvenil y seamos sinceros. �Puede Bocas del Toro ganar el juvenil? Con sólo recordar que en 1964 obtuvieron la corona con marca de 4-1 y un mánager que, hasta el sol de hoy, es un fantasma. , Crítica en Línea
Claro, hablemos de espectros, porque su nombre no aparece en la lista de mánagers campeones, aunque me sopló Glen Díaz que el nombre del mánager campeón juvenil está en el viejo estadio El Empalme de Changuinola.
Bocas puede ganar, porque juegan en conjunto. Tuve la oportunidad de ver el juego de los "Tortugueros" y es esquemático, algo así como sincronizado, táctil, manejado por un hombre que conoce de pelota y que le puede dar una alegría muy grande a esa provincia, me refiero a Rigoberto Blanco.
Recuerdo a "Yayi" Miller jugar en 1986 y 1987, sumamente agresivo, quizás no nazca en esa provincia otro jugador con tanto deseo de comerse la pelota y de jugar como un animal, sin importarle las lesiones.
Su hambre de jugar a la pelota era tan grande que lo llevó a las Grandes Ligas, sólo así podía llegar.
Pienso en Sherman Obando, un hombre pasivo, lleno de paz, amable, pero un criminal con la madera. No se le podía dar un bate, porque te destruía. Sin embargo, aun con estos dos caballetes, Bocas no pudo ganar un torneo juvenil.
Este año no hay ese amor infernal, sino que hay una colectividad, una especie de grupo que se mueve como un cardumen y enloquece a cualquier equipo con sus rápidos movimientos.
Ojo, a las "Tortugas" no las dejen volar, porque se convierten en el mejor equipo de todos en el torneo juvenil.
Dejemos atrás el pasado, vivamos el presente, apuntemos con la luz de la ilusión y caminemos paso a paso al lado de estos talentosos peloteros. Bocas del Toro es una provincia que necesita un campeón y en el 2010, la tropa juvenil necesita una afición que lo respalde. Quizás ambos sean necesarios, uno para el otro.
�Viva el béisbol!