Belsio cae en sus mentiras
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Belsio González, quien era jefe del Servicio Aéreo Nacional (Senan) en el gobierno del mandatario Ricardo Martinelli y que fue ratificado por la administración Varela, alega que no sabía nada de los radares contratados con la empresa italiana Selex, pero las evidencias lo desmienten.
El 9 octubre de 2012, González, apodado "Buitre", participó activamente en la primera palada para la construcción de la estructura donde se colocaría un radar, en Farallón, que sería parte de la infraestructura para vigilar las costas del Caribe y del Pacífico panameño, como parte de los equipos que el Gobierno panameño había adquirido a Selex.
Las fotos de ese día muestran al jefe del Senan hasta tirando una palada junto al mandatario Martinelli y el entonces ministro de Seguridad, José Raúl Mulino.
En sus declaraciones ante la Fiscalía Tercera Anticorrupción, "El Buitre" González alega que al Senan no se le hicieron consultas técnicas sobre el sistema de radares.
Hay otros juegos de fotografías que muestran al personal del Senan en el Centro de Monitoreo de Vigilancia Costera, en la base de Cocolí, junto a ejecutivos de Selex y el jefe del proyecto, donde se brindan explicaciones técnicas del alcance de radares, su ajuste y calibración.
En la indagatoria del exministro Mulino se resalta que el personal del Senan estaba presente en varias reuniones con el equipo técnico de Selex.
Mulino reveló además en la indagatoria que el propio Belsio González era el piloto del helicóptero cuando se fue a verificar la instalación de otro radar en La Barqueta.
Si la fiscal Zuleyka Moore le entrara al modernismo cibernético, con una simple búsqueda en Google habría encontrado una noticia de Crítica del 22 de abril de 2013, en la que se citan declaraciones de Belsio González, quien indica que "4 de los 19 radares que se tenía previsto instalar para la lucha contra el narcotráfico se encuentran a prueba en estos momentos". El oficial reveló que esos radares utilizan como modalidad de comunicación el sistema de microondas y fibras ópticas, con el fin de que las señales lleguen a la sala de control, ubicada en la base del Senan en Cocolí.
Además, el 1 de marzo de 2014 se redactó una nota oficial en la que el Gobierno traspasaba al Senan toda la operación del proyecto de los radares.