ampliacion_canal_E2014 - 12/2/14 - 05:11 PM

Acuerdo provisional en conflicto en Canal Panamá

Los trabajos en la ampliación cumplieron el miércoles una semana de paralización total, debido a la falta de un acuerdo para resolver los reclamos del consorcio a que se le reconozcan sobrecostos por más de 1.600 millones de dólares.

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Panamá
AP
La Autoridad del Canal y el consorcio de empresas a cargo de la construcción del nuevo juego de esclusas alcanzaron un acuerdo provisional para reactivar el paralizado proyecto por una disputa contractual, aunque su cristalización dependerá de la inyección de la compañía aseguradora. 
El administrador del Canal de Panamá, Jorge Quijano, dijo el miércoles que llegó a un acuerdo sobre algunos temas durante contactos telefónicos que realizó en la víspera con los principales ejecutivos de las empresas mayoritarias del consorcio Grupo Unidos por el Canal: la española Sacyr y la italiana Salini Impregilo. 
Pero señaló que la autoridad podría hacerse cargo del proyecto si no se alcanza un arreglo final esta semana. 
``Tuvimos acuerdos en principio en varios de los temas'', aseguró Quijano en la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. ``Todavía quedan algunos temas por resolver y estamos trabajando en esa dirección''. 
Los trabajos en la ampliación cumplieron el miércoles una semana de paralización total, debido a la falta de un acuerdo para resolver los reclamos del consorcio a que se le reconozcan sobrecostos por más de 1.600 millones de dólares. 
Quijano explicó posteriormente en una comparecencia de cuatro horas en la Asamblea Nacional que el acuerdo provisional supondría aportes por parte de su entidad de 100 millones de dólares, una suma similar del consorcio, más la participación de la aseguradora Zurich American, la cual es depositaria de una fianza de cumplimiento por alrededor de 450 millones de dólares. 
A ello se suma que la Autoridad dará una moratoria al consorcio, posiblemente de varios meses, en relación con pagos por adelantos realizados para el arranque del proyecto en 2009, que superan los 500 millones de dólares, según el administrador. 
Eso daría oportunidad al consorcio para que ventile sus reclamos por sobrecostos en las instancias que establece el contrato y que tiene como última alternativa un arbitraje internacional en Miami. 
``Sin esa inyección (de Zurich) se cae un posible acuerdo... Tiene que ser parte de la solución'', manifestó Quijano al responder a un cuestionario preparado anticipadamente por la Asamblea Legislativa y luego a preguntas de los diputados. 
Quijano reiteró que ``no se negocia un dólar fuera del contrato... Estamos buscando una solución que le conviene al país''. 
Recalcó que la vía que se está buscando es la de un acuerdo negociado y que el actual contratista retome los trabajos y los termine. 
``Hay una desesperación y la gente allá afuera dice que le mandemos de vuelta (al consorcio), pero uno tiene que actuar con la cabeza fría'', subrayó. 
Sin embargo, Quijano dijo que ``eso no quiere decir que hayamos abandonado la otra alternativa que es encargarnos nosotros de la obra. Cada día nos preparamos más en el caso de que eso sea necesario, pero somos muy prudentes en las decisiones que tomamos dado que lo que estamos manejando tiene un gran impacto''. 
Quijano estima que si la Autoridad del Canal toma los trabajos, eso supondría un costo adicional en la obra de 400 millones de dólares. 
``Con una solución negociada, los costos correrán por el contratista. Todo recae sobre ellos'', aseguró. ``Todavía pensamos que la mejor vía es que ellos terminen la obra, aunque no vamos a ceder a chantajes''. 
Sacyr declinó el martes a comentar el acuerdo tentativo. Después del anuncio de Quijano, las acciones de la empresa española repuntaron inicialmente 4,7%, pero al final cerraron 4,03 euros por acción. 
La disputa ha creado temores de que la mega obra sufra mayores retrasos, lo cual repercutiría en las navieras y puertos del mundo que han realizado costosas inversiones en preparación al paso de buques de mayor tamaño por el canal ampliado. De hecho, Quijano estimó que la ampliación se terminaría durante el cuarto trimestre del 2015, en vez de junio del mismo año, a consecuencia de los retrasos por el conflicto. 
Los diputados preguntaron a Quijano porqué se ha esperado tanto tiempo para tomar una decisión que reactive la ampliación y permitido negociaciones cuando el consorcio ha suspendido los trabajos. 
Quijano respondió que se ha tenido paciencia en seguir explorando una solución con el consorcio, porque supone una salida ``menos costosa y menos traumática''. 
Dijo que según el acuerdo tentativo, el consorcio se compromete a retomar los trabajos a la mayor brevedad tras el pago de una factura correspondiente a diciembre por 50 millones de dólares que el grupo exige para hacerle frente a pagos de planilla y a proveedores. El administrador espera que ello suceda la próxima semana. 
 ``Si eso no se llega a dar porque hay imposición o resistencia a firmar, y si no hay una posición clara de Zurich, ya no nos queda otra y nos vamos por otro camino'', reiteró Quijano, quien recibió una resolución de apoyo por parte de la legislatura. 
En tanto, decenas de panameños protestaron pacíficamente el miércoles frente a la embajada de España contra la decisión de Sacyr de suspender la ampliación. 
``Defendemos el canal porque es nuestro'', dijo Miguel Antonio Bernal, un profesor universitario en ciencias políticas. 
  Panamá impulsa la ampliación por un costo total de 5.250 millones de dólares con el objetivo de duplicar la capacidad operativa de una vía por donde pasa entre 5 y 6% del comercio marítimo mundial. 
  La construcción del nuevo carril de esclusas, el principal componente de la ampliación, fue adjudicada al Grupo Unidos por el Canal, que propuso el precio más bajo, 3.118 millones de dólares. Los trabajos tienen un adelanto de 65%, según la Autoridad del Canal. 
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