Empleadas domésticas: ¿mártires
o delincuentes?
Maritza Reyes
Crítica en Línea
Las trabajadoras domésticas
sufren la explotación de una jornada de trabajo que sobrepasa en
la mayoría de los casos las 8 horas, aunado al pago irrisorio que
devengan de patronos también mal remunerados.
Sin embargo, también se les ha vinculado a muchos de los casi
mil hurtos residenciales reportados en los 6 primeros meses de este año
por la Policía Técnica Judicial.
En esta escalada delictiva los corregimientos de San Francisco y Betania
marcan el mayor número de hurtos domiciliarios.
No tienen preparación para cocinar, planchar, lavar y atender
niños (algunas los golpean inmisericordemente) o ancianos. Además,
son víctimas de acoso por parte de "los señores de la
casa". A pesar del régimen casi esclavista en que laboran, las
domésticas son la mayoría en este país, donde se les
ubica en la base de la pirámide laboral.
Unas están abandonadas a su suerte, y otras abusan de la confianza.
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