Domingo 26 de julio de 1998

 








 

 

EDITORIAL
Colapso y caída de una esperanza popular

La lucha guerrillera de un puñado de combatientes libertarios contra el régimen dictatorial del tirano Fulgencio Batista, exaltada por los medios de comunicación, aceptada por las colectividades, respaldada con fervor por los pueblos mereció las felicitaciones mundiales por el triunfo rebelde que defenestró la opresión y ofreció reivindicar en Cuba la democracia y los derechos conculcados.

Barbudos delegados del uniforme verde olivo recorrieron los principales países de América y Europa, proclamando el nuevo derrotero de cívico acento y profundo sentido libertario, que devolvería a la isla el prestigio y logros que su vivir reclama.

Los años han pasado; los acomodos interesados de sectores internacionalistas derivaron la gesta del "Movimiento 26 de Julio" a la vorágine de la guerra fría, y un desbocado proceso expropiador, unido con medidas represivas de tipo colectivista dio un rostro traicionado a la isla "que parece un lagarto verde", donde las esperanzas acrecidas resultaron frustradas, con su carga inmensa de pena y dolor.

Los manejos norteamericanos, inducidos por prácticas colonialistas en las relaciones con el Caribe impidieron entender las ansias renovadoras y la necesidad de un nuevo trato, un remozamiento tipo rooseveltiano, que diera dignidad a los afrentados pueblos, y prefirieron encaminar sus quehaceres al terrorismo, el boycot y la invasión armada.

Hoy, Cuba permanece sometida a los rigores de una economía duramente fracturada, donde los fracasos de la industrialización forzada consumieron ingentes recursos, y el monocultivo azucarero retornó sometido a limitaciones, compromisos y ataduras que impiden generar los adecuados recursos que la economía reclama.

Algunas medidas liberadoras avanzan en Cuba; la visita papal sirvió de contrafuerte para adelantar pasos democratizadores que eventualmente devolverán a los cubanos la plenitud de los derechos; la permisión de "vuelos charter" y los envíos humanitarios alertan hacia el retorno fraternal de Cuba al seno latinoamericano.

Logros educativos y sanitarios son evidentes en Cuba, y búsquedas agropecuarias resultaron plausibles; sin embargo, un inmenso sentimiento de derrota social, de vencimiento humano, sin futuro alguno, hacen del vivir cubano un camino oscuro, aplastado, que permite hoy surgimiento de lacras y deterioros sociales profundos.

Hoy, aniversario de la revolución traicionada, resulta propicia la ocasión para reflexionar sobre el rumbo del fracaso rebelde, y precisar los compromisos que retornen la paz, felicidad y el progreso a la isla de Cuba, cancelando el sufrimiento de treinta y nueve años, que llena de dolor a Cuba.

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
"El Tigre" Victorio Vergara Batista con miembros de la prensa nacional.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, he olvidado los buenos modales.


OPINIONES



 

 

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