Domingo 26 de julio de 1998

 








 

 

El más extraordinario funeral para un artista en Panamá


Redacción
Crítica en Línea

La muerte y el funeral de Victorio Vergara Batista fue el hecho noticioso más importante de la semana pasada. Y de los siete primeros meses del año, si se quiere hilar delgado.

Cualquier analista se puede perder en ese camino de las comparaciones, al querer medir el impacto de la defunción de "El Tigre" de La Candelaria.

Lo que sí es un hecho comprobado es que ningún artista panameño, a lo largo de la historia republicana, ha recibido los honores póstumos que Victorio recibió y seguirá recibiendo por el resto del año. Y, sobre todo, porque las manifestaciones de dolor (las filas de dolientes y las muestras de dolor) fueron espontáneas.

Para no entrar en polémicas innecesarias se evita decir que el funeral de "El Mandamás" desbordó más las emociones en el país que los de Omar Torrijos o Arnulfo Arias. Definitivamente son contextos y personalidades distintas.

Para quienes no pudieron seguir en todos sus momentos los funerales de Victorio Vergara, Crítica presenta hoy un resumen gráfico de los acontecimientos.

Mucha resignación ante la desaparición física de Victorio pidió Monseñor José Luis Lacunza, quien ofició la misa del artista típico popular.

"Muchos se preguntarán: ¿por qué Dios no escuchó las plegarias de los panameños que con mucho fervor rogaron por la recuperación de Victorio y no fue así?", dijo.

Lacunza respondió que la desaparición del músico panameño sigue las leyes de la naturaleza y los inescrutables designios de Dios.

"Lo que ha ocurrido era lo mejor para Victorio, aunque resulte duro y difcil", arguyó durante la homilía.

Familiares, amigos y seguidores de Victorio, se congregaron en la Iglesia de Santa Librada en Las Tablas para estar con él, durante la misa de cuerpo presente. "Victorio vivirá en el corazón del pueblo panameño, ya que nos legó la música que tanto nos alegra... cada vez que se escuche su música, Victorio estará vivo entre nosotros", repetía Lacunza, pero el llanto de la familia Vergara era desgarrador.
"El mejor homenaje del pueblo para Victorio será honrar y ensalsar la música típica". Monseñor José Luis Lacunza lo manifestó durante el último adiós al "Tigre de la Candelaria".

El Conjunto Plumas Negras hizo guardia de honor y dejó ver el dolor que los embargó por la pérdida del líder y amigo.

Terminó al misa y más de una veintena de los mejores acordeones de Panamá esperaban el féretro para iniciar el homenaje inolvidable, que reposó en los corazones de Panamá.

"El Mogollón" esta vez no fue tan alegre como cuando terminaba los bailes entre el sudor de la jornada y la alegría que imprimía la noche, que tenía un nombre: Victorio Vergara Batista.

Fue una tonada triste, llena de recuerdos.

Un carro bomba de los bomberos fue el escenario para colocar las coronas y flores de los seguidores "del Mandamás".

El parque Porras de Las Tablas se abarrotó de amigos y seguidores de Victorio. "El de los llenos completos" cumpió como siempre.

En el cementerio municipal de Las Tablas, Francisco Gonzlez Roca donde recibió cristina sepultura, Edwin, Herminio, Cristian, Osvaldo, Dorindo, Sammy, Manuel de Jesús, Ulpiano y los más reconocidos reyes del teclado panameño entonaron sus mejores notas en honor al "Tigre".

"Victorio... no te olvidaremos jamás... Cómo podemos olvidarte Victorio... Victorio música y alma del pueblo tableño... Santa Librada está contigo Victorio", eran algunas frases que gritaba la concurrencia al despedir a "El Mandamás.

Victorio Vergara recibió un homenaje digno, como el del mejor de los panameños. Un hombre que mantuvo su sonrisa y música en los corazones de Panamá. Así recordaremos a Don Victorio Vergara.

 

 

 

 



 

Mucha resignación ante la desaparición física de Victorio pidió Monseñor José Luis Lacunza, quien ofició la misa del artista típico popular.

 

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