El más extraordinario funeral
para un artista en Panamá
Redacción
Crítica en Línea
La muerte y el funeral de
Victorio Vergara Batista fue el hecho noticioso más importante de
la semana pasada. Y de los siete primeros meses del año, si se quiere
hilar delgado.
Cualquier analista se puede perder en ese camino de las comparaciones,
al querer medir el impacto de la defunción de "El Tigre"
de La Candelaria.
Lo que sí es un hecho comprobado es que ningún artista
panameño, a lo largo de la historia republicana, ha recibido los
honores póstumos que Victorio recibió y seguirá recibiendo
por el resto del año. Y, sobre todo, porque las manifestaciones de
dolor (las filas de dolientes y las muestras de dolor) fueron espontáneas.
Para no entrar en polémicas innecesarias se evita decir que el
funeral de "El Mandamás" desbordó más las
emociones en el país que los de Omar Torrijos o Arnulfo Arias. Definitivamente
son contextos y personalidades distintas.
Para quienes no pudieron seguir en todos sus momentos los funerales de
Victorio Vergara, Crítica presenta hoy un resumen gráfico
de los acontecimientos.
Mucha resignación ante la desaparición física de
Victorio pidió Monseñor José Luis Lacunza, quien ofició
la misa del artista típico popular.
"Muchos se preguntarán: ¿por qué Dios no escuchó
las plegarias de los panameños que con mucho fervor rogaron por la
recuperación de Victorio y no fue así?", dijo.
Lacunza respondió que la desaparición del músico
panameño sigue las leyes de la naturaleza y los inescrutables designios
de Dios.
"Lo que ha ocurrido era lo mejor para Victorio, aunque resulte duro
y difcil", arguyó durante la homilía.
Familiares, amigos y seguidores de Victorio, se congregaron en la Iglesia
de Santa Librada en Las Tablas para estar con él, durante la misa
de cuerpo presente. "Victorio vivirá en el corazón del
pueblo panameño, ya que nos legó la música que tanto
nos alegra... cada vez que se escuche su música, Victorio estará
vivo entre nosotros", repetía Lacunza, pero el llanto de la
familia Vergara era desgarrador.
"El mejor homenaje del pueblo para Victorio será honrar y ensalsar
la música típica". Monseñor José Luis Lacunza
lo manifestó durante el último adiós al "Tigre
de la Candelaria".
El Conjunto Plumas Negras hizo guardia de honor y dejó ver el
dolor que los embargó por la pérdida del líder y amigo.
Terminó al misa y más de una veintena de los mejores acordeones
de Panamá esperaban el féretro para iniciar el homenaje inolvidable,
que reposó en los corazones de Panamá.
"El Mogollón" esta vez no fue tan alegre como cuando
terminaba los bailes entre el sudor de la jornada y la alegría que
imprimía la noche, que tenía un nombre: Victorio Vergara Batista.
Fue una tonada triste, llena de recuerdos.
Un carro bomba de los bomberos fue el escenario para colocar las coronas
y flores de los seguidores "del Mandamás".
El parque Porras de Las Tablas se abarrotó de amigos y seguidores
de Victorio. "El de los llenos completos" cumpió como siempre.
En el cementerio municipal de Las Tablas, Francisco Gonzlez Roca donde
recibió cristina sepultura, Edwin, Herminio, Cristian, Osvaldo, Dorindo,
Sammy, Manuel de Jesús, Ulpiano y los más reconocidos reyes
del teclado panameño entonaron sus mejores notas en honor al "Tigre".
"Victorio... no te olvidaremos jamás... Cómo podemos
olvidarte Victorio... Victorio música y alma del pueblo tableño...
Santa Librada está contigo Victorio", eran algunas frases que
gritaba la concurrencia al despedir a "El Mandamás.
Victorio Vergara recibió un homenaje digno, como el del mejor
de los panameños. Un hombre que mantuvo su sonrisa y música
en los corazones de Panamá. Así recordaremos a Don Victorio
Vergara.
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