Ni rumbas ni drogas
Nacido en Puerto Rico, pero su corazón prácticamente es panameño, pues ha pisado nuestro terruño cientos de veces, hablamos del salsero Willie González, quien este fin de semana complacerá a los residentes de Panamá Oeste.
Conversamos con “El amo”, como muchos le conocen, y esto fue lo que nos contó.
Definitivamente que es mi segunda tierra. Amo el sancocho, además de que en Latinoamérica conocen toda mi música y trayectoria por más de tres décadas, en Panamá la gente se identifica mucho con mis letras y por eso es que la gente me sigue.
Claro que sí, aún no tengo propiedades ni tierras, pero no descarto esta posibilidad.
Es excelente, no tengo queja alguna. En todos lados que voy a promover mis éxitos en Panamá siempre me reciben con cariño y en todas las emisoras me suenan; para mí, es una bendición.
Por supuesto. Los panameños siguen disfrutando e interpretando la salsa romántica y sensual, eso no pasará nunca de moda.
Por ahora no, esto es un don que Dios me ha regalado y seguiré en los escenarios hasta que Él así lo quiera.
El maestro Rubén Blades, Omar Alfanno y Erika Ender; aunque no es un artista como tal, no puedo dejar a un lado al grande Roberto “Mano de Piedra” Durán.
Me cuido mucho, principalmente lo que como, pero cuento con un gran apoyo que vela por eso, que es mi esposa.
Un artista nunca puede perder su humildad y creo que eso para mí ha sido esencial, además que respeto mucho a mi público.
¡Uff!, hermano, son varias, pero te mencionaré algunas: “En la intimidad”, “Tanto amor”, “He vuelto”, “No podrás escapar de mí”, “Pequeñas cosas”, “Amor pirata”.
Cuando me bajo de la tarima, siempre me voy al hotel, no rumbeo ni estoy con mujeres ni mucho menos con drogas.