Alisha más

Alisha más

Ella es una hembra insaciable, le dicen la tragaldaba porque no perdona. Todos los pela’os del barrio conocen la historia de esa guial que en un arrebato de arrechera se tiró a un vejete jubilado de la zona, famoso por tener un pene de más de 10 pulgadas, nadie se lo midió. El sujeto vivía en una casucha llena de huecos, así que cuando la Alisha se metió a la casa del viejo, los pela’os corrieron a mirar escondidos y no fueron defraudados porque vieron un “show” triple x subido al rojo vivo.

Una hembra completa

La Alisha era una hembra completa, y el viejo le quitó toda la ropa y procedió a darle un baño de lengua, la repasó toda y le talló todos los espacios escondidos. Ya a esas alturas Alisha estaba que la panocha le pulsaba pidiendo ser rellenada como la empanada. Ella liqueaba como un boli a pleno sol. Pero el viejo necesitaba ayuda y bastante para poder tener una erección con semejante brazo de grúa. Para Alisha eso no era problema, se agarró del micrófono y comenzó a hablar hasta por los codos. Le daba lengua al poste y al rato el instrumento comenzó a responder y a mostrar todo su potencial, es decir, todo su largo y ancho.

Levantó al muerto

La Tragaldaba ni pestañó, ella era capaz de levantar a un muerto, así que ella lo paró y ella quería bajarlo. Ella misma se subió al palo encebao. Se lo fue tragando despacito, pero no paró hasta que dio con el final. Los pela’os no ocultaron un suspiro de asombro que Alisha escuchó, pero no le importó ser el espectáculo del barrio. Así lo talló con su panocha hasta que le arrancó la última gota.

Leyenda del barrio

Así fue que Alisha se convirtió en una leyenda negra del barrio. Fama merecida. Cuando quiso tener hijos y un marido oficial se tuvo que mudar para el interior y cambiarse de nombre para que su fama no la perjudicara. Las malas lenguas aseguran que la guial es una respetable mujer casada, muy querida por la comunidad que desconocen su escabroso pasado.