Cuba oriental aspira a convertirse en alternativa a La Habana y Varadero
La cantidad de fotos que los turistas de medio mundo suben a las redes sociales fumando puros o conduciendo un Chevrolet de los años 50 evidencian, sin necesidad de recurrir a cifras oficiales, el boom turístico que está viviendo Cuba.
El país quiere aprovechar el tirón internacional tras el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos e incluir en los circuitos turísticos otras partes de la isla diferentes a las sobreexplotadas La Habana y Varadero.
"Dicen que La Habana y Varadero no aguantan más, que están llenos, igual por eso los turistas están viniendo más para acá. Ahora las temporadas bajas son menos bajas", cuenta a Efe René Poyato, camarero en uno de los resort de lujo de la provincia oriental de Holguín.
Según las estadísticas oficiales, la isla recibió en 2015 un total de 3,5 millones de turistas y aspira a llegar a los 3,8 millones en 2016.
El Oriente cubano, tradicionalmente más caribeño y con su propia idiosincrasia, según los habaneros, es una de esas regiones que busca robarle turistas a la capital.
Integrada por cinco provincias, la Cuba oriental alberga las dos ciudades más grandes e importantes del país después de La Habana: Holguín, donde desembarcó Cristóbal Colón en su primer viaje a la isla en 1942, y Santiago de Cuba, la cuna de la Revolución.