Un migrante herido grave en Panamá: "El sueño americano es prácticamente una locura" (Fotos)
El venezolano José Gregorio Hidalgo se despertó en un hospital en el norte de Panamá, con collarín, sin poder moverse. Había sobrevivido al accidente el pasado febrero de un autobús con migrantes en el que murieron 39 personas. "El sueño americano es prácticamente una locura", lamenta.
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".
No se acordaba de su hija cuando abrió los ojos, tampoco del "horrible" paso por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, donde al atravesarla vio "ocho muertos tirados", según fue recordando más tarde, entre ellos "una señora con una niña en una carpa (y) un señor que se había caído de un cerro".