- 10/10/13 - 11:55 PM

‘Fue una trampa de Velocci’

La simulación de la compra de un helicóptero “Hermés” y una grabación alterada eran parte de lo que el mandatario Ricardo Martinelli calificó como “una trampa para

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La simulación de la compra de un helicóptero “Hermés” y una grabación alterada eran parte de lo que el mandatario Ricardo Martinelli calificó como “una trampa para un intento de extorsión” en su contra, por parte del exrepresentante del consorcio Svemark Mauro Velocci, quien buscaba un contrato de $176 millones para la construcción de cárceles modulares, lo cual no se concretó.

En una entrevista en Telemetro, Martinelli reconoció la existencia de una grabación entre los italianos Velocci, Valter Lavítola y su hijo Ricardo Martinelli, pero aclaró que todo se trataba de un plan de extorsión que ha quedado ahora al descubierto.

“Esa conversación es parte de un seteo general que estaban haciendo los italianos. Esto es una pelea de italianos robándose entre ellos”, manifestó el mandatario.

Indicó que lo importante es que el exdueño del consorcio Svemark, Angelo Capriotti, declaró ante las autoridades italianas que todo se trataba de un plan para extorsionar al presidente panameño a través de una grabación a su hijo y la simulación de la compra de un helicóptero. Todo para lograr el contrato de las cárceles modulares.

“Lavítola había ordenado a Velocci simular la adquisición de un helicóptero con interiores Hermés como un regalo al hijo del presidente Martinelli, pero sin que el hijo del presidente supiera nada de dicha absurda adquisición. Esta simulación tenía solamente un motivo: hablar al teléfono con él para grabarlo y chantajear al presidente”, declaró Capriotti ante la fiscalía italiana.

Martinelli dijo que la propuesta de Svemark, aunque era parte de un memorándum de entendimiento con el Gobierno de Italia, fue descartada, porque no generaba empleos y era demasiado costosa.

“Me da risa que ahora hablen de un helicóptero con piel Hermés. Yo he tenido helicópteros desde hace 20 años y no puedo pensar en tener un helicóptero con piel Hermés, porque yo me monto en ellos con zapatos sucios y con toda clase de gente, y hago toda clase de destrampe”, expresó el presidente.

El presidente calificó a Velocci como un “cocainero insignificante que quiso hacer negocios y quedó dolido”, mientras que a Lavítola lo llamó “encantador de serpientes” que -dijo- en su momento ayudó a Panamá, pero que detrás de todo tenía sus propios intereses.

Aceptó que fue engañado por Lavítola, porque el primer ministro italiano, en ese momento, Silvio Berlusconi, se lo presentó como su hombre de confianza y dijo que fue a través de él que Panamá pudo conseguir seis lanchas patrulleras donadas de Italia y el Tratado de Doble Tributación.

Ni un “fucking” real

Lo que querían hacer estas personas era "un atraco al erario público" de Panamá, dijo Martinelli, que aseguró tener "la conciencia limpia", pues "las cárceles no se entregaron ni el helicóptero se entregó".

"Ya no voy a hablar más sobre estos bochinches, voy a trabajar inaugurando obras, entregando becas... Yo no tengo la necesidad de agarrar ningún “fucking” "real... tengo mi conciencia limpia", expresó el gobernante.

Por su parte, Mauro Velocci mandó anoche una carta en la que alega que no existe chantaje y que por respeto al pueblo ha decidido no ceder a las provocaciones.

Velocci no contestó un cuestionario que el 11 de mayo de 2012 la Procuraduría solicitó a Italia, a través de una asistencia judicial.


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