Agrono, un futbolista, un doble homicidio, un sueño de libertad
Agrono sostiene ser inocente y que la vida le ha dado una mala jugada, en donde recibió un autogol al ser denunciado por algo que --dice--
Agrono sostiene ser inocente y que la vida le ha dado una mala jugada, en donde recibió un autogol al ser denunciado por algo que --dice-- no hizo. Pese a todo, sostiene que este partido lo piensa ganar.
Los disparos rompen el silencio de los primeros rayos del sol que despiden el oscuro amanecer del martes 1 de febrero de 2011, en el Sector B de Guadalupe, en Colón, donde un doble homicidio tiene lugar.
Un hecho que tiene envuelto al futbolista Ferney Agrono en el peor partido de su vida, donde no hay grama ni cancha sintética, sino los barrotes de una cárcel.
“Me cortaron mi carrera, me cortaron mi fútbol”. Así, tomando un suspiro entre lágrimas, Agrono habla desde el otro lado de los barrotes en la cárcel de Nueva Esperanza en Colón. Agrega que no es un delincuente, niega pertenecer a alguna banda y afirma que la imagen negativa que se tiene de algunos futbolistas, no es su caso.
“No le debo nada a nadie, no tengo que esconderme”, relata, mientras seca con su mano izquierda las lágrimas que recorren su rostro.
Hace una pausa, toma un segundo aire, con la mano derecha sostiene un vaso e ingiere un sorbo de agua para tomar valor y hablar del doble homicidio del que es acusado injustamente, según sus palabras.
A sus 37 años, el exjugador del Árabe Unido y Colón C-3, relata que todo proviene de un testigo protegido que dice haber visto a una persona parecida a él, con una camisa de fútbol del equipo de Colón cerca del lugar donde ocurrieron los hechos.
“Eso fue en Guadalupe, Sector B, yo vivo en el Sector C, son lugares muy distantes; inclusive, estaba con mi madre, mi esposa, mi hermano, era la madrugada, yo estaba durmiendo en mi casa”, recalcó entre sollozos.
Campeón con equipos como Árabe Unido de Colón y Tauro FC en la Liga Panameña de Fútbol (LPF), este colombiano fue junto a Héctor Nazarith (q.e.p.d) uno de los futbolistas que durante la época de José “Cheché” Hernández, al frente de la Roja, era candidato a ser nacionalizado para que formara parte de la Selección Nacional, hecho que nunca se pudo concluir, admitió el exjugador de segunda división del América de Cali.
“Soy una figura pública, lo mío es el deporte, llegué a Panamá a los 19 años para jugar con el Projusa (de Veraguas), mi dinero me lo ganó con el talento que Dios me dio, el fútbol. Nunca se había escuchado de Agrono con armas, banda, robos, malas amistades, ese no soy yo”, recalcaba una y otra vez.
“Lo único es que soy colombiano, pero no todos los colombianos se conocen, con los únicos colombianos que me reúno son con los que juego fútbol, con los de mi equipo”, sentenció el extaurino dolido por la fama que se tiene de sus paisanos.
Se confió y se entregó
El volante derecho explica que cuando se enteró que lo acusaban, él (Agrono) no se escondió, se mantuvo entrenando y jugando, inclusive pasaron hasta diez días después del incidente y se entregó en el cuartel de La Feria, en Colón, para aclarar su situación, sin embargo, ha pasado el tiempo... “Aquí estoy (en la cárcel), 28 meses después, no me han dicho nada, sin audiencia, sin pruebas, sin nada.... solamente se habla de un testigo protegido”, reitera.
“La vida me ha dado un giro”, expresa Agrono, al referirse a que la mentira de una sola persona ha prevalecido sobre la verdad de muchos.
“Pensaba que esto iba a ser pasajero, de uno o dos meses, pero no ha sido así”.
El dolor más grande para el exjugador de Colón C-3 --equipo al que ayudó a ascender a la LPF--, es que esta situación se dio durante la visita que le hizo su madre. “Tenía cinco años sin verla, me visita y me pasa esto”, dijo Agrono, mientras se vuelve a desplomar entre lágrimas.
Con una hija de seis años y una esposa, habla que su familia sufre mucho, debido a que es el sustento de su hogar.
Elegido mejor jugador extranjero en la antigua Anaprof en 1999, cuando jugó para Euro Kickers, afirma que no tiene que hacerle daño a nadie para ganarse un centavo.
De igual manera, revela que jugó en el torneo futbolístico carcelario donde lograron coronarse por 2-0, al derrotar al Renacer.
Como premio a ese título, logró estar 12 horas en su casa con su familia en Guadalupe, claro siempre vigilado.
La enseñanza de esta mala experiencia para Agrono “es que para estar preso no hay que hacer necesariamente algo malo, solo basta con que alguien diga que te vio y te meten preso”.
‘Una mala jugada para Agrono’
El técnico de Colón C-3, Carlos Miranda, equipo donde jugaba Ferney Agrono al momento de ocurrir el hecho, afirmó que cree en la inocencia del exjugador.
Miranda explicó que conoce a Agrono desde hace muchos años y nunca ha estado en problemas.
“Agrono era el capitán del Colón C-3 y pensábamos que esto era una broma de mal gusto, pero no es así y miren por donde va la situación”, apuntó.
“Esto ha sido una mala jugada para Agrono”, comentó el estratega de Colón C-3.