Anécdotas de ‘Mo’ en el ‘clubhouse’
“Mo” comía nuggets en la mitad de los juegos. Un ex recoge bate de los Yanquis de Nueva York confiesa muchas intimidades que le tocó vivir con
“Mo” comía nuggets en la mitad de los juegos. Un ex recoge bate de los Yanquis de Nueva York confiesa muchas intimidades que le tocó vivir con los peloteros panameños Mariano Rivera y Ramiro Mendoza, durante la última época dorada de los Yanquis Nueva York.
Anécdotas y recuerdos inolvidables son los que tiene Luis Castillo, uno de los jóvenes “bat boys” que acompañó por ocho años a los Yanquis de Nueva York.
Esta posición privilegiada lo llevó a tener una estrecha amistad con Rivera y Mendoza, quienes en ese momento ya eran líderes del equipo tricampeón al final de la década de los 90.
"Mariano era un muchacho jovial en el dugout. Primero él trabaja con sus amigos, como Jeter y otros. En el clubhouse se dedicaba a disfrutar la pelota sin ningún tipo de presión, solo cuando llegaba su momento para cerrar los partidos era cuando uno lo veía serio, porque decía que él quería hacer su trabajo", dijo Castillo, quien estuvo con los Yanquis de 1998 a 2005.
Castillo, al escuchar el nombre de Mariano, se montó en la máquina del tiempo y revivió aquellos momentos que guarda con gran orgullo.
"Él siempre me molestaba, pero no era nada malo, porque él siempre me aconsejaba. Una de esas cosas era buscarle papitas fritas con nuggets, en la tercera entrada, mientras se hacía unos masajes. Él se los comía escondidos para que nadie los viera, porque era comida", recordó Castillo, quien escribió un libro de todas su experiencias con esta organización. "Lo favorito de Mariano era comer uvas, pero las agarraba para tirárselas a sus compañeros y se escondía".
Después de vivir todos esos capítulos históricos de los Yanquis y de las Grandes Ligas, solo le da gracias a Dios por darle la oportunidad de compartir con tremendas estrellas como el cerrador istmeño.
"Mariano fue una tremenda persona conmigo. Él nunca me molestaba, solo me pedía que le bajara unas cajas y otras cosas sencillas. Es un ejemplo de cómo se comporta con su familia y siempre me decía que buscara a Dios", agregó Castillo. "Su grandeza no solo queda con la cantidad de salvamentos en su carrera, sino por su calidad humana".
Ganancias
Al compartir por tanto tiempo con los jugadores y ayudarlos en todo el año, al final de la temporada cada jugador le daba un reconocimiento por su trabajo durante la temporada.
"En este caso, Mariano siempre me trató bien. Él siempre me daba mi cheque y Ramiro también", confesó Castillo. "Mariano me daba alrededor de mil dólares, pero para mí eso no era importante, ya que siempre me daba sus buenos consejos y me daba a entender que el dinero no era lo más importante en la vida".
También comentó que “Mo” siempre trató bien a todos sus compañeros, sin ningún tipo de diferencia por ser de los famosos o de los novatos.
"Por su gran sencillez fue que Dios lo bendijo para que lograra todos sus éxitos", agregó.
Gran amigo de “El Brujo”
Su gran amistad y cariño por Ramiro "El Brujo" Mendoza lo llevó hacer algo sin precedentes, ponerle a su hijo recién nacido el nombre del santeño.
"Mi hijo nació para Navidad del año pasado. Entonces le pedí permiso a Ramiro para ponerle su nombre a mi niño. Esto lo hago como manera de agradecimiento, porque siempre me ayudó hasta en los momentos más difíciles, cuando mi padre estaba enfermo de cáncer y luego cuando falleció en 1999".
Sobre Ramiro añadió que le gustaba comer chicharrón con limón.