Bolt tiene grabada la tabla del tres

Contar las medallas de oro de tres en tres, sea cual sea el campeonato que le salga al paso, se ha convertido en una rutina para el jamaicano Usail Bolt, el gran icono del atletismo mundial, que en 2013, sin necesidad de batir nuevos récords, siguió acaparando la atención de los aficionados.

Madrid / EFE.

 Contar las medallas de oro de tres en tres, sea cual sea el campeonato que le salga al paso, se ha convertido en una rutina para el jamaicano Usail Bolt, el gran icono del atletismo mundial, que en 2013, sin necesidad de batir nuevos récords, siguió acaparando la atención de los aficionados.

No fue el único que consiguió un triplete en los Mundiales de Moscú. También lo hizo, y exactamente en las mismas disciplinas (100, 200, 4x100), su compatriota Shelly-Ann Fraser, pero "el cohete de bolsillo" lo conseguía por vez primera.

La brillante ejecutoria de los dos velocistas jamaicanos fue recompensada con el galardón de mejores atletas mundiales del año que en noviembre les entregó la IAAF en su Gala de Montecarlo.

Bolt remató su triplete en los Mundiales de Moscú al conseguir el último día, como miembro del relevo 4x100, su octava medalla de oro en campeonatos del mundo y la décima en total. Se convertía así en el atleta más laureado de la historia del torneo, superando al estadounidense Car Lewis, que obtuvo igual número de oros pero con una plata y un bronce frente a dos platas del jamaicano.

La marca de 9.77 en 100 metros que dio a Bolt su primer oro en Moscú fue la más valiosa de las registradas en los Mundiales, de acuerdo con las tablas de puntuación de la IAAF, y su nuevo triplete, que se sumaba al de los Juegos de Pekín 2008 y al de los Mundiales de Berlín 2009, disparó su cotización hasta los 300.000 dólares por carrera.

La ausencia por lesión de su compatriota Yohan Blake, campeón de 100 metros en 2012 tras la descalificación de Bolt por salida falsa, y el positivo del estadounidense Tyson Gay por un esteroide exógeno habían facilitado el trabajo del "Relámpago" en Moscú.

Shelly-Ann Fraser-Pryce, la velocista más grande del momento condensada en 152 centímetros de estatura, capturó también el triplete de la velocidad, aunque en 200 ganó tras la caída de la estadounidense Allyson Felix, tres veces campeona, que le había derrotado en la final olímpica de Londres 2012


Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.