Golazo - 22/7/13 - 11:24 AM
Dinho, como el buen vino, con los años afina su juego
Ronaldinho Gaúcho, como el buen vino, ha perdido con los años los bríos de la juventud y ahora desprende aromas más complejos, con los que quiere poner al Atlético Mineiro en la cima de la Copa Libertadores para alimentar su sueño de volver a la selección.
Río de Janeiro / EFE
Ronaldinho Gaúcho, como el buen vino, ha perdido con los años los bríos de la juventud y ahora desprende aromas más complejos, con los que quiere poner al Atlético Mineiro en la cima de la Copa Libertadores para alimentar su sueño de volver a la selección.
A gran distancia del jugador que fue en el Barcelona, cuando ganó dos premios FIFA al mejor del mundo y un Balón de Oro, el veterano Ronaldinho muestra que la edad, lejos de ser un lastre, es una ventaja para ser decisivo.
El año pasado fue determinante para llevar a su equipo a la segunda posición de la liga, su mejor resultado en 15 años, y ahora, con 33 años, es el máximo responsable de que el Mineiro haya firmado su mejor campaña en la Libertadores.
La edad le ha restado capacidad para desbordar y regatear en velocidad, pero no ha mermado un ápice su habilidad en el pase o la precisión en los tiros de falta y, lo que es más importante, ha afinado su visión de juego y sus dotes de mando.
Todos los ataques del equipo de Belo Horizonte pasan por sus pies, puesto que ahora suele jugar más centrado, y él decide cuándo debe acelerar el juego, cuándo pausarlo o cuál es la mejor manera de combinar con sus compañeros.
A su lado han mejorado jugadores experimentados como Diego Tardelli y J , que hace años pasaban sin pena ni gloria por el Campeonato Brasileño y ahora reciben invitaciones a la selección.
Ronaldinho Gaúcho, como el buen vino, ha perdido con los años los bríos de la juventud y ahora desprende aromas más complejos, con los que quiere poner al Atlético Mineiro en la cima de la Copa Libertadores para alimentar su sueño de volver a la selección.
A gran distancia del jugador que fue en el Barcelona, cuando ganó dos premios FIFA al mejor del mundo y un Balón de Oro, el veterano Ronaldinho muestra que la edad, lejos de ser un lastre, es una ventaja para ser decisivo.
El año pasado fue determinante para llevar a su equipo a la segunda posición de la liga, su mejor resultado en 15 años, y ahora, con 33 años, es el máximo responsable de que el Mineiro haya firmado su mejor campaña en la Libertadores.
La edad le ha restado capacidad para desbordar y regatear en velocidad, pero no ha mermado un ápice su habilidad en el pase o la precisión en los tiros de falta y, lo que es más importante, ha afinado su visión de juego y sus dotes de mando.
Todos los ataques del equipo de Belo Horizonte pasan por sus pies, puesto que ahora suele jugar más centrado, y él decide cuándo debe acelerar el juego, cuándo pausarlo o cuál es la mejor manera de combinar con sus compañeros.
A su lado han mejorado jugadores experimentados como Diego Tardelli y J , que hace años pasaban sin pena ni gloria por el Campeonato Brasileño y ahora reciben invitaciones a la selección.