La realidad de ‘El Felino’
Siempre he sido crítico de las decisiones descabelladas de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de las de su Comité de Campeonatos. La última
Siempre he sido crítico de las decisiones descabelladas de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de las de su Comité de Campeonatos. La última tiene que ver con el panameño Guillermo “El Felino” Jones que, como todos sabemos, es el campeón en receso, de esta entidad, en la categoría crucero.
¿Creerá la AMB que con esta decisión se limpió la imagen de “El Felino”, luego de haber sido acusado y castigado de utilizar sustancias prohibidas?
¡No, señores! El nombre de “El Felino” hoy sigue sucio porque fue sentado en el banquillo de los acusados y se le castigó duramente, al despojarlo del cetro mundial crucero que, en buena lid, había recuperado en Moscú, Rusia.
Jones fue castigado sin piedad por la AMB con solo haber abierto la prueba A, lo que demuestra una violación al proceso que se debe someter cualquiera atleta y como queda establecido en la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Increíblemente, la prueba B, que lo culpaba de utilizar la sustancia diurética furosemida, jamás se abrió y a Jones solo le tocó recibir el castigo.
Pero aquí no acaba todo. La AMB miró hacia otro lado y se hizo de los oídos sordos cuando estalló el escándalo de que el Centro Antidopaje de Moscú, que iba a tomar las pruebas de dopaje para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, había sido suspendido por la AMA por no demostrar mejora en la precisión de sus resultados. Precisamente este laboratorio de Moscú fue el mismo en donde “El Felino” Jones dio positivo a furosemida, cuando conquistó el cetro crucero en Rusia, luego de vencer al local Denis Lebedev, el pasado 17 de mayo.
Pero a pesar de lo antes señalado, la AMB decidió mantener su postura errada de devolverle la diadema mundial a Lebedev y darle hoy el título de campeón en receso a Jones, como si esto fuera a reparar el daño que se le hizo a la imagen del orgullo de la Costa Atlántica.