Los Rays de Tampa tienen un mago detrás del plato
El boricua ha sido pieza clave para que su equipo esté a un triunfo de ir a la serie divisional. A lo largo de 14 temporadas
El boricua ha sido pieza clave para que su equipo esté a un triunfo de ir a la serie divisional.
A lo largo de 14 temporadas en Grandes Ligas, José Molina exhibe un promedio al bate de .238.
El puertorriqueño de 38 años es un receptor con una producción escasa. Con un peso de 250 libras, tampoco es un rayo corriendo.
Pero es el “catcher” de los Rays de Tampa Bay por una habilidad muy especial: es un virtuoso para hacer ver como “strikes” lanzamientos malos. “No hay nadie como él para que ‘pitcheos’ malos sean ‘strikes’ cuando no lo son”, dijo el as de Tampa Bay, David Price.
No es algo que se percibe, sino que se ha cuantificado. Según el portal www.baseballanalytics.org, de la firma de análisis estadístico TruMedia Networks, Molina fue entre 2008-2012 el receptor dueño del mayor porcentaje de lanzamientos fuera de la zona que fueron cantados como “strikes”. Lo logró en un 13.7%.
Con la tercera nómina más baja de las Mayores, los Rays son un equipo pragmático en cuanto al uso de sus recursos financieros, siempre buscando vías para sacarle ventaja a la oposición.
Entonces, no sorprende que hace dos años se fijaron en Molina y le hayan dado un papel más preponderante. En esta temporada, el boricua ha sido titular en 88 juegos en la receptoría, superando su pico máximo previo de 81 en 2008.
Los Rays, que por cuarta vez en seis temporadas se clasificaron a los “playoffs”, prefieren sacrificar ofensiva para beneficiarse del trabajo de Molina detrás del plato.
Revela su fórmula
Molina, uno de los tres hermanos -los otros son Yadier y Bengie- que han jugado en las Mayores, sostiene que no hay nada fuera del mundo con lo que hace para que los árbitros canten “strikes” a “pitcheos” malos.
“No hay ningún secreto y no tengo problema en decir cómo yo lo hago”, señaló Molina. “Es la posición en que tú estás para recibir la bola. Eso es lo principal que los ‘pitcheos’ sean ‘strikes’. Simplemente, yo veo la bola, veo un ángulo en que puedo recibir la pelota mejor, quedarme quieto y hacerla ‘strike’. Es algo que se lo he dicho a mis propios compañeros, que no hay nada de especial”.
Lo otro es empaparse al detalle sobre el repertorio de los lanzadores, las características de sus “pitcheos”.
“Para eso se necesita mucho diálogo, saber lo que le gusta y lo que no, sacarle toda la información”, indicó Molina. “Uno trabaja con su mente para que tenga confianza. Es un proceso”.
Molina también aporta un cúmulo de experiencia en cuanto a conocimiento de los bateadores rivales que es esencial para una joven rotación, en la que Matt Moore, Alex Cobb, Chris Archer y Jeremy Hellickson no pasan de los 26 años. Price, con 28, tiene seis campañas de servicio, con un premio Cy Young.