Panamá va a Rusia en una noche de película

Panamá va a Rusia en una noche de película

Panamá va a Rusia en una noche de película

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Panamá va a Rusia en una noche de película

Panamá va a Rusia en una noche de película

Panamá va a Rusia en una noche de película

Por: Roberto Acuña N. [email protected] -

Fue una noche loca, de esas en las que, confieso, llorar tanto de alegría no estaba en mi libreto. Noche mágica, noche de gloria, noche Mundial.

El drama vivido, con un final que desde 1978 soñábamos, parece haber sido escrito desde un manicomio por un guionista frustrado de Hollywood: hubo un gol fantasma, un aliado inesperado (Trinidad y Tobago), un cómplice (el árbitro guatemalteco Walter Castellanos) y un héroe; sí, un héroe, el defensor Román Torres. El santanero entró como un huracán en territorio tico, asomó su poderosa derecha y la clavó ante un indefenso Patrick Pemberton. El héroe no podía ser otro, tenía que ser el Mazinger, el capitán, el mejor hombre de Panamá durante todo este proceso se llevó el merecido premio de marcar el gol más importante en la historia del fútbol panameño.

La selección fue de menos a más en un abarrotado Rommel Fernández: del preocupante letargo con que jugó la primera parte, al vértigo con que finalizó la segunda mitad.

Los ingresos de Luis Tejada (51’), Armando Cooper (62’) y Abdiel “Pistolerito” Arroyo (78’) en el complemento dotaron paulatinamente de dinamismo e intensidad a un once istmeño que hasta el glorioso minuto 88 se estaba quedando incluso sin repesca, sin Mundial.

El rostro de “El Bolillo” Gómez era un poema, reflejaba la tragedia que se estaba viviendo hasta que Román apareció para liberar a todo el cuerpo técnico y a toda la afición de los recuerdos de hace cuatro años. Entonces, con el olor a Mundial en el ambiente, hubo aficionados que empezaron a invadir la cancha, implorando el final.

Johan Venegas había puesto adelante a los costarricenses a los 37’, pero el árbitro Walter Castellanos validó como gol a los 54’ un balón que, para ser sincero, jamás entró. Un tanto que se apuntó a la cuenta de “Gaby” Torres. Pero así es el fútbol, no seremos los primeros ni los últimos que nos beneficiamos con este tipo de yerros arbitrales. Quien piense lo contrario, pregúntele al genio Diego Armando Maradona.

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