Real Madrid apuesta por los errores ajenos
Dos derrotas en tres días, en el clásico ante el Barcelona y en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla, dejan al Real Madrid sin margen
Dos derrotas en tres días, en el clásico ante el Barcelona y en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla, dejan al Real Madrid sin margen de error en la Liga y además depende del Atlético de Madrid y del Barcelona.
El conjunto del italiano Carlo Ancelotti echó al traste un porcentaje serio de sus opciones después de permanecer prácticamente una vuelta invicto.
Antes del clásico, tenía la oportunidad de encarrilar su candidatura al título, pero sucumbió ante Barça (3-4) y, lejos de recuperarse en la capital hispalense, tropezó (2-1) ante la eficacia defensiva del Sevilla y su pegada a la contra, rubricada por el doblete del colombiano Carlos Bacca.
El Real Madrid llegó a estar descolgado de azulgranas y rojiblancos, no solo recuperó terreno, sino que comandó la tabla con tres puntos sobre el Atlético y cuatro sobre el Barça.
Pero en tres días, la situación cambió y es ahora la opuesta. Los de Ancelotti están obligados a ganar todo lo que les queda y esperar a que sus oponentes no lo hagan.
Precisa que el Atlético tropiece en dos partidos y que el Barcelona caiga en uno o empate en dos, ya que además el Real Madrid tiene perdida la diferencia particular con ambos.
La plantilla y todo el cuerpo técnico se conjuró en levantarse, en creer, en no bajar los brazos, en reconducir el camino para recobrar más opciones de aspirar al título.
Para empezar, el Real Madrid, que llevaba un lustro sin perder dos partidos seguidos en Liga, visita mañana al Rayo Vallecano con la clara disposición a reencontrarse con la victoria y esperar a que Atlético y Barcelona no hagan lo propio.
La teoría, solo la teoría, indica que puede ser una jornada propicia para los intereses madridistas. Aunque el Rayo está inmerso en una racha magnífica que lo sacó de la zona de descenso, sobre el papel Atlético y Barcelona tienen compromisos más complicados. El equipo de Simeone visitará en el nuevo San Mamés al Atlético y el de Martino hará lo propio con el Espanyol en el derbi barcelonés.