Sanciones duras para los atletas tramposos
Con la lección aprendida por el escándalo de Lance Armstrong, las autoridades mundiales antidopaje se encaminan a una nueva era con sanciones más severas, exámenes más precisos
Con la lección aprendida por el escándalo de Lance Armstrong, las autoridades mundiales antidopaje se encaminan a una nueva era con sanciones más severas, exámenes más precisos y un líder diferente.
La Agencia Mundial Antidopaje (WADA en inglés) también asume un nuevo enfoque en su esfuerzo por atrapar a los tramposos. Efectúa investigaciones y recoge datos en vez de depender de las muestras de sangre y orina que resultaron infructuosas con Armstrong, que pese a doparse nunca falló un examen de dopaje.
Una serie de cambios propuestos al Código Mundial Antidopaje será sometida a votación en la Conferencia Mundial sobre Dopaje en el Deporte. La conferencia se efectuará la semana próxima en Johannesburgo.
El código revisado entrará en vigencia el 1 de enero de 2015, a tiempo para los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro.
Como disuasivo más obvio, la WADA propone duplicar la prohibición para las trasgresiones más graves de dos años a cuatro, lo que significa que los tramposos por lo menos se perderán una olimpiada.
La medida parece tener aprobación generalizada. Aunque las reglas actuales permiten suspensiones por cuatro años en casos con agravantes.