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Me parece ilógico pensar que el orgullo de La Chorrera, Ricardo “El Matemático” Núñez, continúe en el deporte de los puños si no derrota mañana al dominicano
Me parece ilógico pensar que el orgullo de La Chorrera, Ricardo “El Matemático” Núñez, continúe en el deporte de los puños si no derrota mañana al dominicano Jonathan Arias, en la Plaza Figali.
No es que quiera subestimar las cualidades de Arias, pero creo que no pertenece al lote de “El Matemático”.
He escuchado las opiniones de varios de mis colegas y muchos creen que es una pelea pareja, por lo que demostró Arias en su último combate ante el panameño Everardo “Thunder” Castillo, a quien pulverizó en dos asaltos.
Difiero de ellos, porque todos sabemos lo limitado, boxísticamente, que es este pugilista istmeño. Es más, tengo claro que “Thunder” no representa ningún termómetro para decir que Arias tiene un chance grande para pasarle por encima a Núñez.
Entro un poco más en la hoja boxística de Arias y saltan a la vista los nombres de los púgiles panameños Humberto Peña y José Mena, quienes cayeron, al igual que “Thunder”, ante la furia de los puños del dominicano. Pero, también analizo que ninguno de estos tres hijos de la tierra del Canal tienen la calidad del que fue dos veces disputante a un título mundial.
No nos llamemos a engaño: Arias no ha enfrentado a nadie de peso en el boxeo, como sí lo ha hecho “El Matemático”. Ni siquiera su récord (14-9-0-12 KO) se puede comparar con el de Núñez (26-4-0-22 KO). Pueda que hoy el dominicano tenga hambre de triunfo y esté motivado por el último triunfo sobre “Thunder”, pero esto no es nada que no pueda resolver Núñez con su experiencia y gran calidad.
Soy consciente de que “El Matemático” ha demostrado ciertas deficiencias en sus últimos tres combates, a pesar de que ha ganado dos de ellos. He visto a un “Matemático” parco, frío y lento. A un púgil sin energías, pero que aduce hoy que todo se debía a que estaba haciendo campaña en un peso, como el mosca, que le costaba muchas gotas de sangre y sacrificio.
Pero hoy no hay excusa. Ahora, en la categoría supermosca, debe demostrar que tiene material para seguir en los primeros planos del boxeo. De lo contrario, es mejor que guinde los guantes.