Testimonio del disparo
Mientras la novia a la que le había disparado yacía muerta o agonizante en la casa de Oscar Pistorius, el atleta, lloroso, se arrodilló a su lado
Mientras la novia a la que le había disparado yacía muerta o agonizante en la casa de Oscar Pistorius, el atleta, lloroso, se arrodilló a su lado e intentó infructuosamente ayudarle a respirar colocándole dos dedos en la boca crispada para abrirle los dientes apretados, relató ayer un testigo en el juicio por asesinato contra el corredor sin piernas.
"Le disparé. Pensé que era un ladrón. Le disparé'', dijo Pistorius, según el testimonio del radiólogo Johan Stipp, en los minutos posteriores al hecho por el que se acusa al famoso atleta.
Minutos después, relató Stipp, Pistorius subió a la planta superior —el área donde había disparado contra Steenkamp— y regresó. En ese momento, Stipp dijo que se preocupó de que la pistola usada en el incidente no hubiese sido recuperada y temió que Pistorius se hiriese.
El testimonio en un tribunal de Pretoria fue la primera descripción pública y detallada de lo que sucedió inmediatamente después que fue baleada Steenkamp, una modelo de 29 años, en la madrugada del 14 de febrero de 2013.
Sentado en un banco del tribunal, Pistorius se inclinó hacia adelante, puso una mano sobre el rostro y después se tapó las orejas mientras Stipp hablaba.
“Me acerqué a ella y al inclinarme noté que había un hombre a la izquierda arrodillado a su lado'', indicó Stipp, interrogado por el fiscal Gerrie Nel. “Él tenía su mano izquierda sobre la ingle derecha de ella y el segundo y tercer dedo de su mano derecha en la boca de ella”.