Torres y Esquivel, llamados al banco de los acusados

El Torneo Clausura 2014 de la Liga Panameña de Fútbol (LPF) apenas empieza y en el Chorrillo ya está ardiendo el rancho. Sucede que lo que

Víctor Bárcenas / Víctor Bárcenas

El Torneo Clausura 2014 de la Liga Panameña de Fútbol (LPF) apenas empieza y en el Chorrillo ya está ardiendo el rancho.

Sucede que lo que debería ser un debút esperanzador para el equipo que ahora dirige César “Chino” Morales, resultó un empate conflictivo, con golpes entre jugadores con la misma casaca.

Y es que los jugadores Junior Torres y Rigoberto Esquivel podrían ser expulsados del club, después de que el domingo protagonizaran una pelea cuando se dirigían a los ves tidores, al final del partido ante Chepo FC, que terminó igualado a dos goles.

Los “tigrillos” lograron el empate sobre el minuto 90 y esto ocasionó el descontento de los jugadores, quienes discutieron y acabaron enfrascados a golpes.

“Hoy (ayer) se reunió la comisión técnica del club y decidieron que iban a separar a los jugadores del equipo hasta segunda orden”, contó el gerente deportivo del Chorrillo, Juan Carlos Espinosa.

El directivo aseguró a Crítica que entre hoy y mañana se tomará la decisión sobre el castigo final que se le impondrá a los jugadores.

“Las sanciones podrían ir desde expulsión del club hasta castigos económicos, partidos de suspensión o días laborales sin salario”, agregó Espinosa, quien dejó claro que se contemplan penas severas para los implicados.

“La primera opción es expulsión del club y después ya dependerá de la decisión que tome la junta y el cuerpo técnico”, añadió.

Para Espinosa, la actitud de los jugadores es muy extraña, pues asegura que no son de carácter conflictivo.

“Llevo con el club cuatro años y esta es la segunda vez que él (Junior Torres) está con el equipo y es la primera ocasión que lo veo en estas situaciones”, contó; por su parte, Esquivel es un joven recién subido de las fuerzas básicas.



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