Un ‘Caballo’ motivador trabajó con la ‘pre’ sub-21
Les aseguró que hay momento para todo y ahora deben enfocarse en jugar su mejor béisbol. La pertinaz llovizna que llegaba y se iba durante la
Les aseguró que hay momento para todo y ahora deben enfocarse en jugar su mejor béisbol.
La pertinaz llovizna que llegaba y se iba durante la mañana de ayer en el estadio José Antonio Remón Cantera no impidió que el ex grandes ligas panameño Carlos Lee dictara sus charlas de motivación y bateo a la preselección nacional de béisbol sub-21, que se entrena en Aguadulce.
Lee se sumó a las prácticas del combinado nacional, para ayudar a los jugadores a mejorar su ofensiva, de cara al I Campeonato Panamericano Sub-21, que arrancará en Panamá el miércoles 30 y se extenderá hasta el 9 de noviembre.
Relajado, con zapatillas, pantalón corto, suéter y gorra, Lee dijo presente en el entrenamiento, 10 minutos antes de las 9:00 a.m., sin embargo, en el preciso instante en que se disponía a comenzar su trabajo con los jugadores que iban a practicar bateo, una llovizna hizo acto de presencia en el parque de pelota coclesano.
“Voy y vuelvo”
Al ver que el bajareque no paraba, Lee comentó que iba a comer algo y volvía, porque no había desayunado, y así fue, una hora después, 10:15 a.m., regresó, pero con una leve variación en su vestimenta.
“El Caballo” cambió su “short” por un jeans largo, y sus Nike negras con rojo por botas de vaquero “beige”.
Así, con ropa de trabajo de ganadero, Lee se reunió con 10 de los bateadores del preseleccionado en la jaula ubicada a un lado de la raya del jardín derecho del Remón Cantera.
Allí, el panameño con más jonrones (358) en la historia de las Mayores le dio varios “tips” a los preseleccionados sobre la mecánica de bateo más correcta a la hora de estar en el plato en una situación real de juego.
Lee les explicó que la principal clave es la rapidez con la que sus manos y brazos puedan llevar el bate adelante para hacer el mejor contacto posible con la pelota, independientemente de la zona donde sea el lanzamiento.
Para el coclesano lo que diferencia a un bateador cualquiera de uno bueno es la capacidad que puede tener el jugador para hacer ajustes en cada “swing”.
El extoletero militó 14 campañas en las Mayores.