¡Wawrinka vive un sueño!
Durante 35 torneos de Grand Slam, Stan Wawrinka tuvo como mantra un poema. Después de tantas dolorosas derrotas, el tenista suizo decidió tatuarse las palabras del poeta
Durante 35 torneos de Grand Slam, Stan Wawrinka tuvo como mantra un poema. Después de tantas dolorosas derrotas, el tenista suizo decidió tatuarse las palabras del poeta irlandés Samuel Beckett en su brazo izquierdo.
Cada vez que soltaba la pelota al aire, Wawrinka podía leer las palabras de Beckett: ``Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Da igual. Fracasa mejor”.
Tendrá que buscarse con una nueva frase luego que ayer venció a Rafael Nadal para conquistar su primer título en las grandes citas, en el Abierto de Australia.
Wawrinka coronó una espectacular actuación venciendo al lesionado Nadal por 6-3, 6-2, 3-6, 6-3.
``Tenía esa frase grabada en mi cabeza durante mucho tiempo. Es parte de mi vida, de cómo es la vida, especialmente la vida en el tenis”, reflexionó Wawrinka sobre el poema de Beckett.
El suizo de 28 años nunca había ganado siquiera un solo set frente a Nadal en sus doce encuentros previos, pero esta vez atacó desde el comienzo sin amilanarse frente a un rival ganador de 13 torneos grandes y después de superar el contratiempo del tercer set se recompuso para coronar su victoria.
Nadal pareció estar por abandonar del partido en el segundo set, cuando sufrió una lesión en la espalda y requirió una pausa para recibir atención médica, pero el español se negó a retirarse.
``Realmente no es el modo en que uno desea ganar un partido de tenis, pero en la final de un Grand Slam lo acepto como sea”, comentó Wawrinka, el primer tenista varón en 21 años en vencer al primer y al segundo en el escalafón del mundo camino a un título de Grand Slam.
Nadal era gran favorito para imponerse en Melbourne Park. Pero su maldición con las lesiones volvió a afectarlo.
“Rafa, realmente lo siento por ti. Espero que te recuperes de la espalda. Eres un gran tipo, un buen amigo y un campeón verdaderamente notable”, afirmó Wawrinka. ``El año pasado tuve un partido enloquecido y perdí. Lloré mucho después del encuentro. Pero en un año sucedieron muchas cosas. Todavía no sé si estoy soñando, pero lo sabré mañana (hoy por la mañana”.