Juntos, pero no revueltos
Crítica
El candidato presidencial de CD, José Domingo Arias, se reunió ayer para almorzar en el restaurante Años Locos con los panameñistas Manuel Lobo y Arnulfo Arias Olivares.
En la mesa del candidato de gobierno estuvieron Sergio González Ruiz, presidente del Molirena; Rómulo Roux, secretario general de CD; y Sonia de Luzcando, directora del IFARHU y jefa de campaña de Arias.
A unos metros de distancia se sentó otro grupo de panameñistas, entre los que estaban los diputados Adolfo Valderrama, Luis Eduardo Quiroz, Grimaldo Córdoba, Miguel Salas y los dirigentes Jorge Barakat, Álvaro Alemán y Antonio Domínguez, hijo.
No intercambiaron saludo, pero sí se observaba mirarse con el rabo del ojo. Al respecto, José Domingo Arias afirmó que en ese restaurante se come buena carne y que no era raro haber coincidido en el mismo restaurante, aunque alegó que su reunión era un hecho público y donde hubo una convocatoria previa a la prensa.
“Nos hemos reunido con Manuel Lobo y Arnulfo Arias para escuchar aportes de otros protagonistas de la vida nacional e incluirlos dentro de nuestro plan de gobierno, en el que participarán todos los miembros de la sociedad y miembros de otros partidos”, dijo Arias.
A criterio de Arias, los panameñistas con los que se reunió son dirigentes que los han dejado a un lado y perdieron la voz dentro de su partido y él está dispuesto a escuchar sus aportes. Entre tanto Arias Olivares descartó un salto de tolda y tampoco se considera un disidente, porque solo escucha las propuesta de campaña y por eso no debe haber morbo.
Por su parte, el diputado Valderrama calificó el encuentro de sus copartidarios con el candidato de CD como un tema de mal gusto e incompatible, ya que Arias Olivares ocupa el cargo de defensor de los panameñista.