Jóvenes usan creatividad
Tres jóvenes talentosos residentes en la comunidad de El Roble, en el distrito de Aguadulce, han demostrado su habilidad e ingenio en la modificación de
Tres jóvenes talentosos residentes en la comunidad de El Roble, en el distrito de Aguadulce, han demostrado su habilidad e ingenio en la modificación de bicicletas y triciclos a tal punto de convertirlos en vehículos que llaman la atención de cualquiera que los observa en la calle.
Y es que Raúl Esquivel, Ricaurte Calderón y Jesús Serrano, de 16 y 17 años de edad, llevan poco más de un año de realizar estos trabajos y cuentan que todo surgió cuando a un amigo de ellos, que tiene problemas de discapacidad, se le acondicionó un triciclo para que pudiera movilizarse. Desde aquella ocasión decidieron transformar las bicicletas y trabajarlas en sus casas.
Ricaurte manifiesta que armar un triciclo como estos les toma cerca de 2 semanas trabajando después de su horario de clases, pero primero deben conseguir todos los materiales necesarios para la modificación como los tubos de hierro, la soldadura, tornillos, tuercas, neumáticos, ejes, parrillas y otros.
El joven cuenta que estos trabajos los realizan como un pasatiempo y porque les gustan los vehículos modificados, aunque no descartan en un futuro establecer un taller con todo lo necesario para dedicarse a la actividad, ya que en dos ocasiones han trabajado porque se les ha pagado un vehículo rediseñado.
Jesús Serrano manifiesta que armar un triciclo le cuesta entre 50 y 100 dólares y para esto recibe el apoyo económico y de equipos de su papá porque quiere que él desarrolle su capacidad y que luego haga creaciones mayores.
Según Jesús, aunque los vehículos modificados los utilizan principalmente para pasear y cargar, también realizan encuentros y participan en ferias y eventos de exhibición con otras personas que también hacen lo mismo.
Raúl, quien es el especialista en la parte eléctrica, cuenta que también se las han ingeniado para instalar equipos de sonido, en la parte trasera de las bicicletas y los triciclos, los cuales funcionan con una batería de 12 voltios.
El joven cuenta que después de instalar todo el equipo, los vehículos se convierten en pequeñas discotecas móviles que ya han sido utilizadas para animar fiestas.
La señora Nerys Calderón, tía de Ricaurte y de Jesús, se muestra complacida cada vez que ve a sus sobrinos trabajando y creando nuevos diseños porque considera que es muy bueno que ellos se mantengan ocupados produciendo e innovando.