Las posadas de Navidad invaden las casas de Herrera
“En nombre del cielo, os pido posada… pues no puede andar mi esposa amada”. Con este canto se inicia el diálogo que día a día se repite
“En nombre del cielo, os pido posada… pues no puede andar mi esposa amada”. Con este canto se inicia el diálogo que día a día se repite en las posadas navideñas, una tradición que no desaparece de las calles y barriadas de la provincia de Herrera.
Cada tarde, durante los nueve días antes de la Noche Buena, niños y adultos participan en las posadas, que van de casa en casa cantando villancicos, y reflexionando sobre el Nacimiento del Niño Jesús.
Cada día se elige una o varias casas para visitar, y pedir alojamiento para San José y la Virgen María, que buscan un lugar donde pueda nacer el Niño Dios. Las familias escogidas abren sus puertas y reciben a los caminantes, en medio de la alegría de toda la familia, vecinos y amigos.
En algunos lugares, además de los villancicos, se leen y explican a niños y adultos, las lecturas bíblicas relacionadas con el Nacimiento de Jesús, y se hacen peticiones o se agradece al Niño Dios.
Luego, en medio de un ambiente de alegría, se comparte un pequeño brindis y golosinas para los niños, en celebración por la pronta llegada de la Navidad.
Abilio Domínguez, quien ha participado durante varios años en la celebración de posadas navideñas en Chitré, explicó que las posadas se originaron en España, como forma de llevar el mensaje navideño a aquellos que no asistían a la iglesia.
De esta forma, explicó, se representa durante cada día, los momentos que pasaron los padres de Jesús los días antes de su Nacimiento. En algunas regiones, los villancicos van acompañados de tambores, guitarras y panderetas.