Malambo: lo mejor que le ha pasado
En 1989, en la barriada de emergencia Curundú, una mujer entregada a la mala vida y a la droga trajo al mundo una niña. En
En 1989, en la barriada de emergencia Curundú, una mujer entregada a la mala vida y a la droga trajo al mundo una niña. En sus cinco primeros años la niña sobrevivió a cinco intentos de violación por parte de vecinos inescrupulosos.
Un alma piadosa se percató de la situación de la menor y sin que la madre se percatara, dio parte a las autoridades que la rescataron de ese inframundo. Veinticuatro años después de su nacimiento, aquella niña se convirtió en licenciada. Hoy, muestra orgullosa un título universitario alcanzado con honores, sigma lambda.
Ella, con asombrosa sinceridad y orgullo, manifiesta: “Las bases que fundamentaron mi éxito en la vida fueron construidas sobre los principios que me inculcaron en Malambo. Llegar allí ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida”.
Este es el testimonio de un caso excepcional, emblemático, y muy real que retrata en su justa dimensión la labor silente y fructífera que por espacio de 123 años ha venido desarrollando el Orfanato San José de Malambo.
De acuerdo con sor Lourdes Reid, representante legal y administradora del Hogar, en 1995 se trasladaron al corregimiento de Cerro Silvestre, en el distrito de Arraiján.
Allí opera actualmente y alberga a una población de 500 estudiantes, en quienes se está sembrando la simiente de la disciplina, el respeto, amor al prójimo y ganas de superación.