- 15/12/13 - 11:53 AM

Mandela descansa para siempre en Qunu

La televisión sudafricana mostró el ataúd, pero la transmisión fue suspendida antes que fuese bajado a la sepultura, a pedido de la familia Mandela.

Por: -

Sudáfrica
AP
Nelson Mandela fue sepultado el domingo en la tierra africana que tanto amó tras un funeral que incluyó una salva de 21 cañones y sobrevuelos de aviones militares, así como un panegírico por un líder nativo que lucía una piel de animal. 
El féretro fue hecho descender a la tierra por militares que lo llevaron a la tumba de la familia en las colinas de Qunu, una aldea rural en el este de Sudáfrica que fue el hogar de la infancia del líder contra el apartheid, el cual se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente en el país. 
La televisión sudafricana mostró el ataúd, pero la transmisión fue suspendida antes que fuese bajado a la sepultura, a pedido de la familia Mandela. 
Fue el último adiós de Sudáfrica al hombre que reconcilió la nación en su momento más volátil. 
Centenares de personas asistieron al sepelio. Previamente, más de 4.000, algunas cantando y bailando, se congregaron para un servicio funeral en una enorme carpa en el complejo de la familia de Mandela, que falleció el 5 de diciembre a los 95 años luego de una larga enfermedad. Los presentes cantaron el himno nacional en una emotiva interpretación en la que algunos dolientes se colocaron puños sobre el pecho. 
Un retrato de Mandela tenía delante 95 velas, las cuales representaban cada año de su destacada vida. Su féretro, llevado a la carpa blanca en una carroza militar y cubierto por la bandera nacional, descansaba sobre una alfombra de piel de vaca junto a un atril donde los oradores pronunciaron sus panegíricos. 
``Un gran árbol ha caído, ahora se dirige a casa para descansar con sus antepasados'', dijo el jefe tribal Ngangomhlaba Matanzima, representante de la familia Mandela, el cual vestía la piel de animal. ``Les agradecemos por prestarnos un ícono así''. 
Las canciones y discursos en la ceremonia fueron transmitidos en enormes pantallas en el área, incluida una en un sitio sobre una colina con vista a la propiedad de la familia. Cientos de personas se congregaron ahí, algunas con los colores del Congreso Nacional Africano _el movimiento de liberación convertido en partido político que Mandela lideró_ y ocasionalmente cantaban. 
Nandi Mandela dijo que su abuelo iba descalzo a la escuela en Qunu cuando era niño y a la larga se convirtió en presidente y figura de impacto global. 
``Nos corresponde a cada uno de nosotros lograr lo que queramos en la vida'', dijo, y recordó gestos de Mandela que ``hicieron a aquellos que le rodeaban querer hacer bien''. 
En lenguaje xhosa, se refirió a su abuelo por su nombre de clan: ``Anda en paz, Madiba. Anda en paz a la tierra de nuestros antepasados; ya corriste tu carrera''. 
Ahmed Kathrada, un activista opuesto al apartheid que estuvo en prisión en la Isla de Robben con Mandela, recordó las ``abundantes reservas'' de amor, paciencia y tolerancia de su viejo amigo. Dijo que fue doloroso cuando vio a Mandela por última vez, hace meses en un hospital. 
``Él me agarró la mano firmemente; fue profundamente desgarrador'', dijo Kathrada con la voz quebrada por la emoción. ``íCómo desearía no haber tenido que confrontar lo que vi. Lo conocí hace 67 años y recuerdo a ese hombre alto, saludable y fuerte, al boxeador, al prisionero que con facilidad blandía el pico y la pala cuando otros no podíamos''. 
La viuda de Mandela, Graça Machel, y su primera esposa, Winnie Madikizela-Mandela, lucían pañuelos negros y vestidos xhosa. Entre los invitados se encontraban veteranos del ala militar del Congreso Nacional Africano, así como el embajador estadounidense Patrick Gaspard y enviados de otros países. 
El príncipe Carlos de Gran Bretaña, el príncipe Alberto II de Mónaco, la personalidad de la televisión estadounidense Oprah Winfrey, el empresario multimillonario Richard Branson y el ex primer ministro zimbabuense Morgan Tsvangirai también estuvieron en el funeral. 
Mandela se pasó 27 años en prisión durante el apartheid, y al salir encabezó una delicada transición a la democracia cuando muchos sudafricanos temían que el país se hundiría en un conflicto racial. Se convirtió en presidente en las primeras elecciones multirraciales sudafricanas en 1994. 


EDICIÓN IMPRESA

Portada Diario Crítica

 taboola sidebar con csss

 


 

Taboola Side bar