34 muertos por ola de explosiones
Durante el mes sagrado del ramadán han aumentado los atentados terroristas y la violencia sectaria en Irak. Hace dos días los ataques se cebaron con las provincias de mayoría suní.
Bagdad
AP
Una oleada de explosiones sacudió varias ciudades chiíes al sur de Bagdad poco antes de que los fieles concluyeran su ayuno diario por el mes del Ramadán, dejando 28 muertos, parte de un incremento en la violencia que ha provocado temores de que Irak pudiera estar cayendo en una guerra sectaria.
Los ataques coordinados siguieron a tiroteos y explosiones en el norte del país anteriormente en el día en los que murieron otras seis personas.
Los insurgentes han venido castigando a Irak con explosiones y otros ataques durante meses en la peor erupción de violencia en cinco años. La cifra de muertos se ha acrecentado desde que el miércoles comenzó el mes sagrado del Ramadán, con numerosos ataques masivos e innumerables víctimas tiñendo de sangre un mes que debe dedicarse a la caridad y la reflexión pacífica.
La violencia se ha elevado a sus niveles más mortíferos desde el 2008, con la muerte de más de 2.700 personas desde principios de abril. El aumento en el derramamiento de sangre ha provocado temores de que Irak se esté encaminando de nuevo hacia los asesinatos generalizados del 2006 y del 2007, cuando el país se hallaba al borde de una guerra civil.
Los insurgentes a menudo aumentaron sus ataques durante el Ramadán en los años que siguieron a la invasión del 2003 encabezada por Estados Unidos.
Las explosiones del domingo ocurrieron poco antes de la cena llamada iftar que pone fin al ayuno diario durante el Ramadán.
Por lo menos ocho personas murieron y unas 15 sufrieron heridas en el puerto sureño de Basora cuando un coche bomba estalló cerca de la oficina de un partido político chií, a lo cual siguió otra explosión, informaron dos policías. Basora es un importante puerto industrial petrolero situado a 550 kilómetros (340 millas) al sureste de Bagdad.
Otro coche bomba estalló entre negocios y restaurantes de comida rápida en el centro de Kut, una ciudad a 160 kilómetros (100 millas) al sureste de la capital iraquí. El vicegobernador provincial, Haidar Mohamed Jassim, dijo que cinco personas murieron y 35 resultaron heridas.
La policía indicó que otras explosiones de automóviles cargados de bombas dejaron cuatro muertos en una calle comercial en Karbala, una ciudad sagrada chií; cinco cerca de un mercado al aire libre en Nasiriya, y seis fallecidos más cerca de una mezquita chií en Musayyib. Más de 60 personas sufrieron heridas.
Horas antes, un miembro del concejo municipal y su hijo murieron por la explosión de una bomba colocada a la vera de un camino en un pueblo cerca de Mosul. Asimismo, hombres armados en otra área al sur de esa ciudad acribillaron a dos policías en un retén de seguridad.
Funcionarios de hospitales confirmaron el número de muertos. Hablaron a condición de mantenerse anónimos por no tener autorización para dar información a los periodistas.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de la reciente ola de ataques, pero se cree que los extremistas suníes, entre ellos una rama de al-Qaida en Irak, son los responsables de parte de esta carnicería.
Por otro lado, Alí al-Moussawi, portavoz del primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, dijo que el presidente saliente iraní Mahmud Ahmadinejad planea visitar Irak a finales de esta semana. Será la segunda visita del líder al vecino país durante su cargo.
AP
Una oleada de explosiones sacudió varias ciudades chiíes al sur de Bagdad poco antes de que los fieles concluyeran su ayuno diario por el mes del Ramadán, dejando 28 muertos, parte de un incremento en la violencia que ha provocado temores de que Irak pudiera estar cayendo en una guerra sectaria.
Los ataques coordinados siguieron a tiroteos y explosiones en el norte del país anteriormente en el día en los que murieron otras seis personas.
Los insurgentes han venido castigando a Irak con explosiones y otros ataques durante meses en la peor erupción de violencia en cinco años. La cifra de muertos se ha acrecentado desde que el miércoles comenzó el mes sagrado del Ramadán, con numerosos ataques masivos e innumerables víctimas tiñendo de sangre un mes que debe dedicarse a la caridad y la reflexión pacífica.
La violencia se ha elevado a sus niveles más mortíferos desde el 2008, con la muerte de más de 2.700 personas desde principios de abril. El aumento en el derramamiento de sangre ha provocado temores de que Irak se esté encaminando de nuevo hacia los asesinatos generalizados del 2006 y del 2007, cuando el país se hallaba al borde de una guerra civil.
Los insurgentes a menudo aumentaron sus ataques durante el Ramadán en los años que siguieron a la invasión del 2003 encabezada por Estados Unidos.
Las explosiones del domingo ocurrieron poco antes de la cena llamada iftar que pone fin al ayuno diario durante el Ramadán.
Por lo menos ocho personas murieron y unas 15 sufrieron heridas en el puerto sureño de Basora cuando un coche bomba estalló cerca de la oficina de un partido político chií, a lo cual siguió otra explosión, informaron dos policías. Basora es un importante puerto industrial petrolero situado a 550 kilómetros (340 millas) al sureste de Bagdad.
Otro coche bomba estalló entre negocios y restaurantes de comida rápida en el centro de Kut, una ciudad a 160 kilómetros (100 millas) al sureste de la capital iraquí. El vicegobernador provincial, Haidar Mohamed Jassim, dijo que cinco personas murieron y 35 resultaron heridas.
La policía indicó que otras explosiones de automóviles cargados de bombas dejaron cuatro muertos en una calle comercial en Karbala, una ciudad sagrada chií; cinco cerca de un mercado al aire libre en Nasiriya, y seis fallecidos más cerca de una mezquita chií en Musayyib. Más de 60 personas sufrieron heridas.
Horas antes, un miembro del concejo municipal y su hijo murieron por la explosión de una bomba colocada a la vera de un camino en un pueblo cerca de Mosul. Asimismo, hombres armados en otra área al sur de esa ciudad acribillaron a dos policías en un retén de seguridad.
Funcionarios de hospitales confirmaron el número de muertos. Hablaron a condición de mantenerse anónimos por no tener autorización para dar información a los periodistas.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de la reciente ola de ataques, pero se cree que los extremistas suníes, entre ellos una rama de al-Qaida en Irak, son los responsables de parte de esta carnicería.
Por otro lado, Alí al-Moussawi, portavoz del primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, dijo que el presidente saliente iraní Mahmud Ahmadinejad planea visitar Irak a finales de esta semana. Será la segunda visita del líder al vecino país durante su cargo.