Mundo - 24/11/13 - 10:54 AM
Abre con normalidad la votación en Honduras
Alrededor de 250 observadores internacionales de la Unión Europea, Estados Unidos y la OEA vigilan el desarrollo de la jornada electoral.
Tegucigalpa
AP
Los hondureños concurrían el domingo a los centros de votación para elegir presidente para los próximos cuatro años en unos comicios que podrían poner fin al bipartidismo que ha gobernado al país desde hace más de un siglo y colocar a una mujer en la presidencia por primera vez en la historia de Honduras.
Las elecciones representan, además, el fin del ciclo político iniciado por el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en 2009.
La jornada, para la que todos los candidatos han pedido una participación masiva y pacífica, se prevé larga y polémica por lo ajustado del resultado esperado por las encuestas, un nuevo sistema de conteo del voto no probado anteriormente y una serie de declaraciones contradictorias tanto del Tribunal Supremo Electoral como de algunos de los partidos respecto de la hora y el canal de transmisión de los resultados.
La escuela Panamá del barrio Buenos Aires, al norte de Tegucigalpa, abrió con total normalidad. Filas de votantes esperaban desde una hora antes de la apertura. María Aguilar, de 40 años, que instalaba un puesto de café y baleadas de frijoles a las puertas del centro de votación preguntó a The Associated Press ``¿usted cree que si yo esperase problemas alquilaría la cocina y me pondría aquí?''.
El ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo, observador electoral invitado por el Partido Libertad y Refundación (Libre), recorrió las mesas y dijo a la AP que ``la incorporación del elemento tecnológico a las elecciones me parece muy interesante'' y recalcó que ``está instalada la garantía para que todo avance correctamente''.
El alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, votó a primera hora en la capital mostrando una boleta que simboliza sus esperanzas de victoria, en tanto el candidato presidencial Juan Orlando Hernández declaró que ``la plancha (boleta) de votos por el partido Nacional significa Policía Militar'' y agradeció a los observadores aunque pidió que respeten la voz del pueblo hondureño.
Los principales candidatos, Hernández del oficialista Partido Nacional y Xiomara Castro de Libre han afirmado en sus últimas reuniones con la prensa que tienen holgadas mayorías. La última encuesta electoral de Cid Gallup, publicada el 24 de octubre, da un empate técnico en la intención de voto con 28% para Hernández; 27% para Castro y 30% para otros dos aspirantes. Fueron entrevistadas 2.000 personas y la muestra tiene un margen de error de 2,5%
Libre agrupa a los partidarios de Manuel Zelaya, esposo de Castro, quien propone convocar a una Asamblea Constituyente que ``refunde al país'' y cambie las instituciones y el sistema electoral. Aunque su bandera original de ``socialismo democrático'' se ha movido hacia el centro muchos hondureños siguen creyendo que su programa es demasiado radical.
En tanto, la campaña de Hernández se ha centrado en el principal problema que aqueja al país: la inseguridad. Hernández propone como solución la creación de un cuerpo especial armado, la Policía Militar, que atacará la extorsión y violencia que padecen miles de hondureños.
Honduras es el país con el mayor índice de homicidios del planeta según la Oficina de las Naciones Unidas contra el Crimen y el Delito, con 86,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Es también el país de América Central por el que según el Comando Sur del ejército de Estados Unidos pasa casi 90% de la cocaína que llega a ese país.
En entrevista con la AP Enrique Correa, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió prudencia a los candidatos al informar de conteos de voto parciales a lo largo de la jornada.
Enfatizó que ``no se pueden divulgar resultados a boca de urna hasta dos horas después de cerradas las mesas electorales'' para que ``no haya inducción al voto y no se dé la impresión de que uno u otro candidato puede ser ganador mientras alguien aún esté votando''.
La constitución establece que se gana la presidencia con la mayoría simple de votos, en un sistema electoral que no prevé una segunda vuelta y en el que Tribunal Electoral decide si hace se hace un recuento voto a voto o no.
Alrededor de 250 observadores internacionales de la Unión Europea, Estados Unidos y la OEA vigilan el desarrollo de la jornada electoral.
AP
Los hondureños concurrían el domingo a los centros de votación para elegir presidente para los próximos cuatro años en unos comicios que podrían poner fin al bipartidismo que ha gobernado al país desde hace más de un siglo y colocar a una mujer en la presidencia por primera vez en la historia de Honduras.
Las elecciones representan, además, el fin del ciclo político iniciado por el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en 2009.
La jornada, para la que todos los candidatos han pedido una participación masiva y pacífica, se prevé larga y polémica por lo ajustado del resultado esperado por las encuestas, un nuevo sistema de conteo del voto no probado anteriormente y una serie de declaraciones contradictorias tanto del Tribunal Supremo Electoral como de algunos de los partidos respecto de la hora y el canal de transmisión de los resultados.
La escuela Panamá del barrio Buenos Aires, al norte de Tegucigalpa, abrió con total normalidad. Filas de votantes esperaban desde una hora antes de la apertura. María Aguilar, de 40 años, que instalaba un puesto de café y baleadas de frijoles a las puertas del centro de votación preguntó a The Associated Press ``¿usted cree que si yo esperase problemas alquilaría la cocina y me pondría aquí?''.
El ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo, observador electoral invitado por el Partido Libertad y Refundación (Libre), recorrió las mesas y dijo a la AP que ``la incorporación del elemento tecnológico a las elecciones me parece muy interesante'' y recalcó que ``está instalada la garantía para que todo avance correctamente''.
El alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, votó a primera hora en la capital mostrando una boleta que simboliza sus esperanzas de victoria, en tanto el candidato presidencial Juan Orlando Hernández declaró que ``la plancha (boleta) de votos por el partido Nacional significa Policía Militar'' y agradeció a los observadores aunque pidió que respeten la voz del pueblo hondureño.
Los principales candidatos, Hernández del oficialista Partido Nacional y Xiomara Castro de Libre han afirmado en sus últimas reuniones con la prensa que tienen holgadas mayorías. La última encuesta electoral de Cid Gallup, publicada el 24 de octubre, da un empate técnico en la intención de voto con 28% para Hernández; 27% para Castro y 30% para otros dos aspirantes. Fueron entrevistadas 2.000 personas y la muestra tiene un margen de error de 2,5%
Libre agrupa a los partidarios de Manuel Zelaya, esposo de Castro, quien propone convocar a una Asamblea Constituyente que ``refunde al país'' y cambie las instituciones y el sistema electoral. Aunque su bandera original de ``socialismo democrático'' se ha movido hacia el centro muchos hondureños siguen creyendo que su programa es demasiado radical.
En tanto, la campaña de Hernández se ha centrado en el principal problema que aqueja al país: la inseguridad. Hernández propone como solución la creación de un cuerpo especial armado, la Policía Militar, que atacará la extorsión y violencia que padecen miles de hondureños.
Honduras es el país con el mayor índice de homicidios del planeta según la Oficina de las Naciones Unidas contra el Crimen y el Delito, con 86,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Es también el país de América Central por el que según el Comando Sur del ejército de Estados Unidos pasa casi 90% de la cocaína que llega a ese país.
En entrevista con la AP Enrique Correa, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió prudencia a los candidatos al informar de conteos de voto parciales a lo largo de la jornada.
Enfatizó que ``no se pueden divulgar resultados a boca de urna hasta dos horas después de cerradas las mesas electorales'' para que ``no haya inducción al voto y no se dé la impresión de que uno u otro candidato puede ser ganador mientras alguien aún esté votando''.
La constitución establece que se gana la presidencia con la mayoría simple de votos, en un sistema electoral que no prevé una segunda vuelta y en el que Tribunal Electoral decide si hace se hace un recuento voto a voto o no.
Alrededor de 250 observadores internacionales de la Unión Europea, Estados Unidos y la OEA vigilan el desarrollo de la jornada electoral.