Mundo - 06/9/13 - 08:01 PM
Cámara opuesta a atacar a Siria
La situación en el Senado, controlado por los demócratas, es mejor para Obama, pero no puede decirse que está decidida de cara a una votación potencial la próxima semana. La encuesta de la AP mostró que los que apoyan o se inclinan a favor de una acción militar tienen una ligera ventaja de 34-32 sobre los que se oponen o se sienten inclinados a oponerse.
Washington
AP
En lo que sugiere una batalla cuesta arriba para el presidente Barack Obama, representantes federales están tomando posturas contrarias a su plan de un ataque militar a Siria por un margen superior a 6-1, muestra una encuesta de AP. En el Senado la división es más pareja antes de una votación la próxima semana.
Pero la situación puede cambiar con rapidez. Casi la mitad de los 433 representantes y un tercio de los 100 senadores siguen indecisos.
Según sus declaraciones o las de sus asistentes, sólo 30 representantes republicanos apoyan la intervención o se inclinan a su favor, y unos 192 se oponen terminantemente, según la encuesta de la AP.
La situación en el Senado, controlado por los demócratas, es mejor para Obama, pero no puede decirse que está decidida de cara a una votación potencial la próxima semana. La encuesta de la AP mostró que los que apoyan o se inclinan a favor de una acción militar tienen una ligera ventaja de 34-32 sobre los que se oponen o se sienten inclinados a oponerse.
Algo que complica los esfuerzos en el Senado es la posibilidad de que se exija una mayoría de tres quintos. El senador Rand Paul, republicano por Kentucky, dijo que usará tácticas dilatorias.
Pero el senador Harry Reid, líder de la mayoría en el Senado, pronosticó: ``Creo que vamos a conseguir 60 votos''.
Speaking to reporters Friday after a summit of world leaders in St. Petersburg, Russia, Obama acknowledged the difficulties he faces in seeking support for action. He said he would address the nation on Tuesday.
``It's conceivable at the end of the day I don't persuade a majority of the American people that it's the right thing to do,'' Obama said. But the president, who again would not say what he would do if Congress rebuffed him, expressed confidence that the people and their lawmakers would listen to his case.
Sin importar si Obama decide actuar unilateralmente, un rechazo del Congreso tendría consecuencias amplias en Estados Unidos y otros países.
Si Washington decide atacar a Siria con misiles crucero en una ofensiva limitada, podría arriesgarse a provocar una crisis constitucional con legisladores furiosos antes de otras confrontaciones que se perfilan en el Congreso por el aumento de límite de la deuda, el presupuesto de gastos del gobierno, la reforma de las leyes de inmigración y la implementación del plan de servicios médicos del presidente.
La alternativa _retractarse después de semanas de amenazas_ podría proyectar debilidad a un enemigo de Estados Unidos que Washington dice que ha lanzado repetidos ataques con armas químicas. También podría enviar una señal, tanto a los aliados como a los enemigos, de que Estados Unidos está demasiado dividido internamente para respaldar con hechos sus declaraciones sobre muchas situaciones, desde evitar que Irán desarrolle armas nucleares hasta contener la amenaza de la errática dictadura de Corea del Norte, que también cuenta con armas nucleares.
Para que Obama salga adelante, tendrá que ganar el apoyo de aproximadamente 90% de los representantes no decididos, o conseguir que los que se inclinan por votar en contra cambien de postura.
El representante Michael Grimm, republicano por Nueva York, ya cambió de opinión, pero no a favor de Obama.
"Mi reacción inicial, como veterano de la Infantería de Marina que ha estado en combate, fue apoyar al comandante en jefe y autorizar ataques inmediatos'', dijo Grimm. Pero desde entonces, agregó, ha escuchado de muchos de sus electores ``que se oponen con fuerza a una ofensiva unilateral cuando hay tantas necesidades que solucionar en el país''. Grimm opina ahora que los beneficios de un ataque estadounidense no superarán ``el costo extremo de la guerra''.
Después de un decenio de guerras en Irak y Afganistán, varias encuestas muestran que los estadounidenses se oponen de manera uniforme a una intervención en Siria, algo que Obama reconoció después de reunirse con otros líderes el viernes en la cumbre del G-20 en Rusia.
"Este tipo de intervenciones son siempre impopulares porque la gente las considera distantes'', dijo Obama. ``No estoy haciendo una analogía con la Segunda Guerra Mundial, excepto para decir que cuando (la Alemania nazi) bombardeaba Londres, fue muy impopular, tanto en el Congreso como en la calle, ayudar a los británicos''.
"La intervención en Kosovo fue muy impopular, pero a final de cuentas creo que fue lo correcto y creo que la comunidad internacional debe felicitarse por unirse. Y cuando la gente dice que es una gran vergüenza para Estados Unidos que cientos de miles de personas fueron masacradas en Ruanda, pues imagínense si eso sucediera ahora y preguntáramos si debíamos intervenir en Ruanda. Creo que es acertado decir que probablemente esa pregunta no recibiría mucho apoyo en las encuestas''.
AP
En lo que sugiere una batalla cuesta arriba para el presidente Barack Obama, representantes federales están tomando posturas contrarias a su plan de un ataque militar a Siria por un margen superior a 6-1, muestra una encuesta de AP. En el Senado la división es más pareja antes de una votación la próxima semana.
Pero la situación puede cambiar con rapidez. Casi la mitad de los 433 representantes y un tercio de los 100 senadores siguen indecisos.
Según sus declaraciones o las de sus asistentes, sólo 30 representantes republicanos apoyan la intervención o se inclinan a su favor, y unos 192 se oponen terminantemente, según la encuesta de la AP.
La situación en el Senado, controlado por los demócratas, es mejor para Obama, pero no puede decirse que está decidida de cara a una votación potencial la próxima semana. La encuesta de la AP mostró que los que apoyan o se inclinan a favor de una acción militar tienen una ligera ventaja de 34-32 sobre los que se oponen o se sienten inclinados a oponerse.
Algo que complica los esfuerzos en el Senado es la posibilidad de que se exija una mayoría de tres quintos. El senador Rand Paul, republicano por Kentucky, dijo que usará tácticas dilatorias.
Pero el senador Harry Reid, líder de la mayoría en el Senado, pronosticó: ``Creo que vamos a conseguir 60 votos''.
Speaking to reporters Friday after a summit of world leaders in St. Petersburg, Russia, Obama acknowledged the difficulties he faces in seeking support for action. He said he would address the nation on Tuesday.
``It's conceivable at the end of the day I don't persuade a majority of the American people that it's the right thing to do,'' Obama said. But the president, who again would not say what he would do if Congress rebuffed him, expressed confidence that the people and their lawmakers would listen to his case.
Sin importar si Obama decide actuar unilateralmente, un rechazo del Congreso tendría consecuencias amplias en Estados Unidos y otros países.
Si Washington decide atacar a Siria con misiles crucero en una ofensiva limitada, podría arriesgarse a provocar una crisis constitucional con legisladores furiosos antes de otras confrontaciones que se perfilan en el Congreso por el aumento de límite de la deuda, el presupuesto de gastos del gobierno, la reforma de las leyes de inmigración y la implementación del plan de servicios médicos del presidente.
La alternativa _retractarse después de semanas de amenazas_ podría proyectar debilidad a un enemigo de Estados Unidos que Washington dice que ha lanzado repetidos ataques con armas químicas. También podría enviar una señal, tanto a los aliados como a los enemigos, de que Estados Unidos está demasiado dividido internamente para respaldar con hechos sus declaraciones sobre muchas situaciones, desde evitar que Irán desarrolle armas nucleares hasta contener la amenaza de la errática dictadura de Corea del Norte, que también cuenta con armas nucleares.
Para que Obama salga adelante, tendrá que ganar el apoyo de aproximadamente 90% de los representantes no decididos, o conseguir que los que se inclinan por votar en contra cambien de postura.
El representante Michael Grimm, republicano por Nueva York, ya cambió de opinión, pero no a favor de Obama.
"Mi reacción inicial, como veterano de la Infantería de Marina que ha estado en combate, fue apoyar al comandante en jefe y autorizar ataques inmediatos'', dijo Grimm. Pero desde entonces, agregó, ha escuchado de muchos de sus electores ``que se oponen con fuerza a una ofensiva unilateral cuando hay tantas necesidades que solucionar en el país''. Grimm opina ahora que los beneficios de un ataque estadounidense no superarán ``el costo extremo de la guerra''.
Después de un decenio de guerras en Irak y Afganistán, varias encuestas muestran que los estadounidenses se oponen de manera uniforme a una intervención en Siria, algo que Obama reconoció después de reunirse con otros líderes el viernes en la cumbre del G-20 en Rusia.
"Este tipo de intervenciones son siempre impopulares porque la gente las considera distantes'', dijo Obama. ``No estoy haciendo una analogía con la Segunda Guerra Mundial, excepto para decir que cuando (la Alemania nazi) bombardeaba Londres, fue muy impopular, tanto en el Congreso como en la calle, ayudar a los británicos''.
"La intervención en Kosovo fue muy impopular, pero a final de cuentas creo que fue lo correcto y creo que la comunidad internacional debe felicitarse por unirse. Y cuando la gente dice que es una gran vergüenza para Estados Unidos que cientos de miles de personas fueron masacradas en Ruanda, pues imagínense si eso sucediera ahora y preguntáramos si debíamos intervenir en Ruanda. Creo que es acertado decir que probablemente esa pregunta no recibiría mucho apoyo en las encuestas''.