Mundo - 30/8/13 - 10:21 PM
EEUU dice que ataque químico en Siria mató a 1.429
Los habitantes de Damasco almacenaban alimentos y otros productos en antelación a los ataques, aunque no había indicios evidentes de pánico.
Washington
AP
Al inclinarse por un ataque punitivo contra Siria, el presidente Barack Obama dijo el viernes que estudia una acción ``limitada y contenida'' después de que el gobierno estadounidense acusara sin rodeos al régimen de Bashar Assad de lanzar una ofensiva con armas químicas en la que murieron al menos 1.429 personas _una cifra muy superior a los cálculos previos_, entre ellos más de 400 niños.
No ``habrá despliegue de soldados (en terreno sirio)'', dijo Obama, en un intento de tranquilizar a la ciudadanía, cansada de la guerra después de una década de conflictos en Irak y Afganistán.
Con Francia como su único aliado principal ante la percepción del público, Obama dijo a la prensa que preferiría en principio una intervención multilateral. ``Francamente, el desafío en parte que tenemos aquí es que mucha gente piensa que es necesario hacer algo pero que nadie quiere hacer'', apuntó.
Al otro lado del mundo, buques de guerra estadounidenses se encontraban en el Mar Mediterráneo. Estos barcos están armados con misiles crucero, un arma de primera línea que ha sido la predilecta de mandatarios estadounidenses porque pueden alcanzar objetivos distantes a cientos de kilómetros sin necesidad de cobertura aérea ni el despliegue de efectivos.
En lo que cada vez parece más el prólogo de la conclusión final previa a la intervención militar, el personal de la ONU enviado a Siria efectuó su cuarta y última jornada de inspecciones en su intento por determinar con precisión los hechos en torno al ataque con armas químicas de la semana pasada.
El contingente concertó su salida para el sábado y llevará las muestras recolectadas a Europa.
Un video supuestamente tomado en el lugar del presunto ataque muestra imágenes de víctimas que se retuercen de dolor, que convulsionan y exhiben otros síntomas asociados con exposición a agentes que afectan el sistema nervioso.
Los videos que distribuyeron los activistas en apoyo a sus denuncias de que hubo una ofensiva
con agentes químicos coincidían con las informaciones de The Associated Press sobre la caída de obuses en un suburbio de Damasco, aunque se desconocía si las víctimas murieron a causa de un ataque con gas venenoso.
El gobierno sirio describió las afirmaciones del gobierno estadounidense como ``mentiras flagrantes'' similares a las aseveraciones falsas del gobierno de George W. Bush antes de la invasión a Irak, según las cuales Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva.
El Ministerio del Exterior de Siria dijo en un comunicado difundido en la televisión estatal que ``bajo el pretexto de proteger al pueblo sirio, están configurando el caso para una agresión (bélica) en la que morirán cientos de civiles sirios inocentes''.
Los habitantes de Damasco almacenaban alimentos y otros productos en antelación a los ataques, aunque no había indicios evidentes de pánico.
El presidente Barack Obama se reunió con sus asesores de seguridad nacional en la Casa Blanca y luego con diplomáticos de países del Báltico, y dijo que aún no ha tomado una decisión final sobre el ataque.
Sin embargo, el gobierno estadounidense no ha contrarrestado los pronósticos de que actuará y pronto. Esta percepción quedó reforzada con las declaraciones enérgicas del secretario norteamericano de Estado, John Kerry, y la difusión de un informe de inteligencia antes secreto en el que se menciona la ``alta seguridad'' de que el gobierno sirio perpetró el ataque.
Además de los muertos, en el informe de evaluación se dijo que alrededor de 3.600 pacientes ``con síntomas compatibles con la exposición a un agente nervioso'' fueron atendidos en hospitales de la zona de Damasco tras el ataque.
Kerry agregó que ``un funcionario sirio de alto rango enterado del ataque confirmó la utilización de armas químicas por parte del régimen, revisó las consecuencias y expresó temor de que fueran descubiertos''. Ese funcionario agregó con énfasis: ``Estamos conscientes de esto''.
El documento no explica la imprevista elevación de la cifra de víctimas, que supera el cálculo de Médicos Sin Fronteras. Sin que sea una sorpresa _dada la naturaleza de esta revelación_ el documento tampoco explica cómo Estados Unidos se enteró de lo que supuestamente dijo un funcionario sirio a otro.
Consciente de la opinión pública, Kerry exhortó a los estadounidenses a que lean por ellos mismos esta evaluación de cuatro páginas. Kerry se refirió a Irak, cuando resultaron falsas las aseveraciones del gobierno de Bush sobre la presencia de armas de destrucción masiva, y la invasión encabezada por Estados Unidos derivó en una guerra mortal y prolongada. Kerry dijo que esta vez será diferente. ``No repetiremos aquel momento'', afirmó.
El presidente francés, Francois Hollande apoya un ataque de castigo, y declaró al diario Le Monde que la ``masacre química de Damasco no puede y no debe quedar impune''.
Los intentos de Estados Unidos por asegurar el respaldo de la ONU se han visto bloqueados por Rusia, aliado de Siria de larga data.
AP
Al inclinarse por un ataque punitivo contra Siria, el presidente Barack Obama dijo el viernes que estudia una acción ``limitada y contenida'' después de que el gobierno estadounidense acusara sin rodeos al régimen de Bashar Assad de lanzar una ofensiva con armas químicas en la que murieron al menos 1.429 personas _una cifra muy superior a los cálculos previos_, entre ellos más de 400 niños.
No ``habrá despliegue de soldados (en terreno sirio)'', dijo Obama, en un intento de tranquilizar a la ciudadanía, cansada de la guerra después de una década de conflictos en Irak y Afganistán.
Con Francia como su único aliado principal ante la percepción del público, Obama dijo a la prensa que preferiría en principio una intervención multilateral. ``Francamente, el desafío en parte que tenemos aquí es que mucha gente piensa que es necesario hacer algo pero que nadie quiere hacer'', apuntó.
Al otro lado del mundo, buques de guerra estadounidenses se encontraban en el Mar Mediterráneo. Estos barcos están armados con misiles crucero, un arma de primera línea que ha sido la predilecta de mandatarios estadounidenses porque pueden alcanzar objetivos distantes a cientos de kilómetros sin necesidad de cobertura aérea ni el despliegue de efectivos.
En lo que cada vez parece más el prólogo de la conclusión final previa a la intervención militar, el personal de la ONU enviado a Siria efectuó su cuarta y última jornada de inspecciones en su intento por determinar con precisión los hechos en torno al ataque con armas químicas de la semana pasada.
El contingente concertó su salida para el sábado y llevará las muestras recolectadas a Europa.
Un video supuestamente tomado en el lugar del presunto ataque muestra imágenes de víctimas que se retuercen de dolor, que convulsionan y exhiben otros síntomas asociados con exposición a agentes que afectan el sistema nervioso.
Los videos que distribuyeron los activistas en apoyo a sus denuncias de que hubo una ofensiva
con agentes químicos coincidían con las informaciones de The Associated Press sobre la caída de obuses en un suburbio de Damasco, aunque se desconocía si las víctimas murieron a causa de un ataque con gas venenoso.
El gobierno sirio describió las afirmaciones del gobierno estadounidense como ``mentiras flagrantes'' similares a las aseveraciones falsas del gobierno de George W. Bush antes de la invasión a Irak, según las cuales Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva.
El Ministerio del Exterior de Siria dijo en un comunicado difundido en la televisión estatal que ``bajo el pretexto de proteger al pueblo sirio, están configurando el caso para una agresión (bélica) en la que morirán cientos de civiles sirios inocentes''.
Los habitantes de Damasco almacenaban alimentos y otros productos en antelación a los ataques, aunque no había indicios evidentes de pánico.
El presidente Barack Obama se reunió con sus asesores de seguridad nacional en la Casa Blanca y luego con diplomáticos de países del Báltico, y dijo que aún no ha tomado una decisión final sobre el ataque.
Sin embargo, el gobierno estadounidense no ha contrarrestado los pronósticos de que actuará y pronto. Esta percepción quedó reforzada con las declaraciones enérgicas del secretario norteamericano de Estado, John Kerry, y la difusión de un informe de inteligencia antes secreto en el que se menciona la ``alta seguridad'' de que el gobierno sirio perpetró el ataque.
Además de los muertos, en el informe de evaluación se dijo que alrededor de 3.600 pacientes ``con síntomas compatibles con la exposición a un agente nervioso'' fueron atendidos en hospitales de la zona de Damasco tras el ataque.
Kerry agregó que ``un funcionario sirio de alto rango enterado del ataque confirmó la utilización de armas químicas por parte del régimen, revisó las consecuencias y expresó temor de que fueran descubiertos''. Ese funcionario agregó con énfasis: ``Estamos conscientes de esto''.
El documento no explica la imprevista elevación de la cifra de víctimas, que supera el cálculo de Médicos Sin Fronteras. Sin que sea una sorpresa _dada la naturaleza de esta revelación_ el documento tampoco explica cómo Estados Unidos se enteró de lo que supuestamente dijo un funcionario sirio a otro.
Consciente de la opinión pública, Kerry exhortó a los estadounidenses a que lean por ellos mismos esta evaluación de cuatro páginas. Kerry se refirió a Irak, cuando resultaron falsas las aseveraciones del gobierno de Bush sobre la presencia de armas de destrucción masiva, y la invasión encabezada por Estados Unidos derivó en una guerra mortal y prolongada. Kerry dijo que esta vez será diferente. ``No repetiremos aquel momento'', afirmó.
El presidente francés, Francois Hollande apoya un ataque de castigo, y declaró al diario Le Monde que la ``masacre química de Damasco no puede y no debe quedar impune''.
Los intentos de Estados Unidos por asegurar el respaldo de la ONU se han visto bloqueados por Rusia, aliado de Siria de larga data.