Marchas a favor y en contra
Profesores, trabajadores y estudiantes de las universidades venezolanas efectuaron ayer concurridas marchas por distintas zonas de Caracas, según su apoyo o repudio al gobierno del presidente Nicolás
Profesores, trabajadores y estudiantes de las universidades venezolanas efectuaron ayer concurridas marchas por distintas zonas de Caracas, según su apoyo o repudio al gobierno del presidente Nicolás Maduro, sin que se registraran incidentes.
Ni unos ni otros, y tampoco los cuerpos policiales, realizaron cálculos sobre el número de personas que secundaron las marchas, por el centro norte capitalino, en el caso de los oficialistas, y por el centro oeste en el de los opositores, aunque participantes en ambas movilizaciones hablaron de “varios miles”.
Las marchas se cumplieron en momentos en que los profesores de algunas casas de estudios superiores se encuentran en huelga- desde inicios de mes- entre ellos la pública Universidad Central de Venezuela (UCV), la mayor casa de estudios superiores del país.
La huelga tiene sin clases a un 15% de los 2.5 millones de estudiantes universitarios del país, según admitió la semana pasada el presidente Nicolás Maduro.
“Llamo a todo el sector universitario a rechazar la manipulación y el saboteo de los políticos de la derecha y a dialogar para entendernos” y “quedó demostrado que la mayoría de los universitarios está trabajando, en clases”, escribió en Twitter Maduro.
En tanto, el líder de la oposición, Henrique Capriles, que al igual que otros dirigentes políticos se unió a la marcha antigubernamental, dijo en ella que el Gobierno quiere “meter la mano” en las universidades en busca de imponer “una sola forma de pensamiento”.
Lo que gana actualmente un profesor instructor equivale a “poco más de un salario mínimo”, mientras que hace 15 años, al inicio del mandato del fallecido Hugo Chávez, sucedido en abril por Maduro, “ganaba 18 salarios mínimos”, aseguró Rafael Álvarez, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar; además pidió que el Gobierno negocie con los “representantes legítimos de los profesores” y no solo “con sindicatos afectos al oficialismo”.