Matan a líderes senderistas
La muerte de dos de los principales mandos militares de la banda armada Sendero Luminoso, en un enfrentamiento con las fuerzas del orden, es un “golpe serio
La muerte de dos de los principales mandos militares de la banda armada Sendero Luminoso, en un enfrentamiento con las fuerzas del orden, es un “golpe serio e irreversible” a esta organización criminal, afirmó el presidente de Perú, Ollanta Humala.
“La caída del número 1 y 2 de la estructura militar de los terroristas en el VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro) es un daño irreparable a esta organización”, dijo Humala al canal estatal TVPerú, tras anunciar la muerte de los camaradas “Alipio” y “Gabriel”.
Humala declaró que, según las fuentes de inteligencia que participaron en la acción, “los delincuentes terroristas muertos serían el número uno y el número dos de la estructura militar de Sendero Luminoso: Alejandro Borda Casafranca, conocido como Alipio, y Marco Antonio Quispe Palomino, que sería Gabriel”.
Un tercer miembro fallecido fue identificado como el camarada “Alfonso”, quien era la mano derecha de “Alipio”, afirmó Humala.
“Ayer en la noche, en la localidad de Llochegua, en la zona rural, se produjo un enfrentamiento armado entre esta brigada especial de inteligencia con delincuentes terroristas. Producto del enfrentamiento han caído abatidos tres delincuentes terroristas y las fuerzas del orden no han tenido ninguna baja”, precisó el mandatario en declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP).
El jefe de Estado indicó que se está en espera del examen forense para confirmar la identidad de los fallecidos.
“Alipio”, de 46 años, participó en emboscadas al Ejército y la Policía desde 2009 y el año pasado dirigió el secuestro de 36 trabajadores de empresas proveedoras del consorcio de gas de Camisea, el derribo de un helicóptero de la policía que causó la muerte de su piloto y un ataque al aeródromo de Kiteni, en la zona del VRAEM.
Según información del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, “Alipio” también cobraba “cupos” (extorsiones) a los narcotraficantes que producen cocaína clandestinamente en el VRAEM.