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Muere el Papa Emérito Benedicto XVI que no pudo vencer a los cuervos

"Hubo días de sol y ligera brisa, pero también otros en los que las aguas bajaban agitadas, el viento soplaba en contra, y Dios parecía dormido", dijo, en alusión a los "cuervos" que remaron en su contra dentro de la Iglesia.
Muere el Papa Emérito Benedicto XVI que no pudo vencer a los cuervos

Muere el Papa Emérito Benedicto XVI que no pudo vencer a los cuervos

Muere el Papa Emérito Benedicto XVI que no pudo vencer a los cuervos

Muere el Papa Emérito Benedicto XVI que no pudo vencer a los cuervos

Por: EFE -

El papa emérito Benedicto XVI murió hoy a los 95 años de edad en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en 2013, confirmó hoy la Santa Sede en un comunicado.

"Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano", reza la nota oficial del Vaticano, en seis idiomas.

La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba "muy enfermo" y pidió "una oración especial" a los fieles que asistían a su audiencia general.

No logró vencer a los cuervos 

A pesar de que su pontificado fue determinante para la Iglesia, Benedicto XVI, el papa teólogo, pasará a la Historia como el pontífice que renunció, lo que no ocurría desde Celestino V en 1294. Y en los casi diez años transcurridos desde entonces, la gran pregunta ha sido qué le empujó a hacerlo.

El propio Josep Ratzinger ( Marktl, Alemania, 1927) resumió sus ocho años de pontificado tras su renuncia: "Hubo días de sol y ligera brisa, pero también otros en los que las aguas bajaban agitadas, el viento soplaba en contra, y Dios parecía dormido", dijo, en alusión a los "cuervos" que remaron en su contra dentro de la Iglesia.

Benedicto XVI prometió estar "oculto ante el mundo" en el retiro que se impuso tras su renuncia en 2013, pero su silencio roto causó algunos problemas en la inédita convivencia entre los dos papas.

EL PESO DE SUSTITUIR A JUAN PABLO II

El papa conservador, guardián de la ortodoxia católica, eurocéntrico y álgido teólogo, se presentó el 19 de marzo de 2005, tras el primer cónclave del siglo XXI, como "un simple y humilde trabajador de la viña del Señor".

Nacido en el seno de una modesta familia bávara, Ratzinger formó parte a los 14 años de las Juventudes Hitlerianas, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la participación era obligatoria, aunque sus padres, un policía y una cocinera, siempre se opusieron al nazismo.

Tras estudiar Filosofía y Teología, fue ordenado sacerdote en 1951, antes de convertirse en catedrático de Dogma y ofrecer una contribución como experto en el Concilio Vaticano II (1962-1965) que le hizo destacar.

Elegido papa a punto de cumplir 78 años, sobre sus hombros no sólo tuvo que soportar el peso de la Iglesia sino sustituir al emblemático Juan Pablo II, que gobernó la Iglesia 27 años y del que fue su mano derecha como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, durante 24, lo que le creó una imagen regia y conservadora.

Pero su faceta de hombre humilde y disponible, llegó ya en la primera homilía de su pontificado: "Mi programa de gobierno es no hacer mi voluntad y seguir mis propias ideas, sino ponerme junto con toda la Iglesia a escuchar la palabra y la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él".

DE LOS ABUSOS A VATILEAKS: UN PAPA RODEADO DE CUERVOS

Su papado estuvo, sobre todo, salpicado por el escándalo de los abusos contra menores cometidos por sacerdotes en diferentes países: se le acusó de haber sido "blando", como en el caso de Bernard Law, a quien mantuvo en su puesto de arcipreste de Santa María La Mayor en Roma a pesr de haber sido señalado como encubridor de decenas de casos de curas pederastas cuando era arzobispo de Boston (EEUU).

Pero sus más estrechos colaboradores y el mismo papa Francisco han reiterado que Ratzinger "siempre ha sido una guía contra la cultura del silencio en la Iglesia para esconder los casos de curas pederastas" y fue él quien castigó al fundador de la poderosa congregación Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel.

Benedicto, que pidió perdón a las víctimas de esos abusos y fue el primer papa que se reunió con ellas durante su viaje a Estados Unidos en 2008, fue acusado directamente al final de su vida de haber estado al corriente de cuatro casos de curas pederastas cuando era arzobispo de Múnich (1977-1982).

Fue entonces cuando en una histórica carta, expresó su "profunda vergüenza, gran dolor y sincera petición de perdón", por los errores que pudo cometer, aunque negó totalmente estas acusaciones.

Ademas, fue un papa rodeado de "cuervos", como demostró la filtración de documentos, conocida como Vatileaks, de su mayordomo, Paolo Gabriele, al que seguramente manipularon desde el interior de la Santa Sede.

Aunque aseguró siempre que renunció porque le fallaban las fuerzas, el caso Vatileaks fue seguramente un eslabón más en la cadena que arrastraba, así como la imposibilidad de cambiar el poder de la Secretaria de Estado, donde anidaban "los cuervos", como los definieron los medios italianos, además de las malas prácticas del banco vaticano y las finanzas internas, con las que nunca pudo acabar a pesar de sus intentos.

Una de sus mayores polémicas estalló tras un discurso en el que citó al emperador bizantino Manuel II, que tildaba de "malo e inhumano" el legado de Mahoma y "la difusión de la fe con la espada".

Sus palabras suscitaron fuertes tensiones, aunque el papa precisó que se trataba solo de una referencia histórica y reconoció que comprendía la indignación causada en el mundo islámico.

LA INÉDITA FIGURA DEL PAPA EMÉRITO

Tras la renuncia, Benedicto XVI se refugió en el monasterio Mater Ecclesiae, donde vivió casi dos décadas de retiro dentro de los jardines del Vaticano.

A pesar de su anuncio de permanecer "oculto al mundo", hubo momentos de convivencia entre ambos pontífices como su histórica aparición juntos en Castelgandolfo, su presencia en algunas ceremonias oficiadas por Francisco y fotos e imágenes de las numerosas visitas que ha recibido en esos años.

Y con el paso del tiempo, la presencia de Benedicto XVI se hizo más presente, lo que, para muchos, se trató de una manipulación del sector más conservador para usar al papa emérito contra Francisco.

SUS LIBROS

Deja como legado una inconmensurable colección de escritos, reflexiones teológicas y hasta éxitos editoriales, como en los que ahondó en la figura histórica de Jesús de Nazaret.

Entre sus libros destaca la trilogía en la que abordó la vida de Cristo a modo de ensayo, desmarcándose de los típicos textos del ministerio petrino: "Jesús de Nazaret" (2007), "Jesús de Nazaret: Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección" (2011) y "La infancia de Jesús" (2012).

En estos súperventas, varias veces reeditados, resaltó que Cristo fue una realidad y no un mito, un hombre "real", de carne y hueso, que murió y resucitó.

Y apuntó que Dios no es madre, corrigiendo así al pontífice Juan Pablo I, quien en 1978 sostuvo que el Creador era "padre y madre".

Exoneró también a los judíos de ser los culpables de que Jesús fuera condenado a muerte, como ya hiciera el concilio Vaticano II, en el que él participó como experto, al sostener que fueron algunos judíos y no el pueblo de Israel quienes pidieron su ejecución al procurador Pilatos.

El último libro de la trilogía es una mirada a la infancia de Jesús, nacido en una época "perfectamente datable y a un lugar geográfico perfectamente indicado" gracias al testimonio preciso de San Lucas: en el año 15 del imperio de Tiberio César.

Su nacimiento virginal "no es un mito, sino una verdad" y lo hizo en la pobreza de un pesebre en el que, a pesar de la tradición iconográfica, no había buey ni asno ya que en el Evangelio "no se habla de animales", lo que suscitó gran revuelo entonces.

Ratzinger defendió el pasaje de la Adoración de los Reyes Magos, cuyo origen sitúa en Tartessos, la actual Andalucía occidental, no en Oriente, pero subrayó que, en cualquier caso, sea cierto o no, no afecta a ningún aspecto esencial de la fe.

Estos súper ventas fueron solo una parte de la bibliografía de un papa que redactó tres encíclicas: "Deus caritas est" (2005); "Spe salvi" (2007), "Caritas in veritate" (2009) y dejó encaminada la primera de Francisco, "Lumen Fidei" (2013), las tres últimas sobre la esperanza, la caridad y la fe, las virtudes teologales.

En una de sus cuatro exhortaciones puso el acento en una de las regiones en las que el Catolicismo crece en mayor medida, África, y entre otras cuestiones, como la paz, aludió al sida para exigir una respuesta médica a un problema que, reiteró, también es ético.

Cuenta con trece "motu proprio" y centenares de discursos como papa, algunos tan sonados como el que pronunció en la Universidad de Ratisbona y en el que acudió a las palabras del emperador bizantino Manuel II, que tildaba de "malo e inhumano" el legado de Mahoma y la difusión de la fe con la espada.

Unas palabras que suscitaron enérgicas críticas y tensiones con el mundo islámico, si bien Benedicto XVI a la postre precisó que no se trataba de su posición personal sino de una referencia histórica y reconoció que comprendía la indignación.

El último libro publicado sorprendió a todos y estuvo escrito a cuatro manos ya cuando estaba enfermo mediante cartas enviadas al matemático ateo Piergiorgio Odifreddi y algunos de sus encuentos en el que se reflexiona sobre "Fe y Ciencia", uno de los temas preferidos de Benedicto XVI . EFE

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