Peligro detrás de las rejas
Estar tras las rejas en Colombia se ha convertido, como la novela del Nobel Gabriel García Márquez, en una crónica de muerte anunciada, y así lo
Estar tras las rejas en Colombia se ha convertido, como la novela del Nobel Gabriel García Márquez, en una crónica de muerte anunciada, y así lo demuestra el incendio ocurrido esta semana en la cárcel Modelo de Barranquilla que le costó la vida a diez reclusos y heridas a 42 más.
La precaria situación de los presos en Colombia se manifiesta en problemas de hacinamiento, insalubridad y riñas, una situación similar a la que se vive en las cárceles de otros países latinoamericanos.
Según cifras del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) publicadas en mayo pasado, el índice de hacinamiento en las cárceles del país era del 55.2%, superando en 41,802 internos la capacidad del Establecimiento Reclusorio de Orden Nacional e Internacional (Eron).
A pesar de que las cárceles de carácter nacional del país tienen capacidad para albergar a 76,066 presos, actualmente hay 120,387 reclusos que copan la capacidad del sistema penitenciario, una situación que es motivo de constantes llamadas de atención de instituciones que velan por los derechos humanos.
"Actualmente, el hacinamiento carcelario en Colombia alcanza el 58.3%, una cifra sin precedentes en la historia reciente del país, y en algunas cárceles llega hasta niveles del 400%", explicó el titular de la Defensoría del Pueblo, Jorge Armando Otálora Gómez.
Según el Inpec en su informe estadístico del segundo semestre de 2013, al cierre del año no se habían creado nuevos establecimientos de reclusión de orden nacional para mitigar la crisis causada por la deficiente capacidad del sistema.
A ese problema se suma el hecho de que cada mes llegan a las cárceles colombianas cerca de 3,000 presos y tan solo el 10% de los reclusos sale en libertad, lo que genera un creciente desequilibrio en el sistema penitenciario.
Otálora dijo que para mitigar esta situación, más que una ley, "se necesita reformar el sistema acusatorio, construir nuevos centros carcelarios y penitenciarios, generar nuevos cupos en los centros existentes y construir una política estructural, no medidas aisladas".