Tensión tras cambio de poder
La tensión se hizo palpable en Simferópol, la capital de la república autónoma de Crimea, en el sur de Ucrania, entre la mayoría rusoparlante, temerosa tras el
La tensión se hizo palpable en Simferópol, la capital de la república autónoma de Crimea, en el sur de Ucrania, entre la mayoría rusoparlante, temerosa tras el cambio de poder en Kiev, y la minoría tártara favorable al mantenimiento del status quo en la península.
Miles de manifestantes prorrusos y proucranianos se congregaron ante el Parlamento de Crimea que debía debatir ayer si apoya a las nuevas autoridades ucranianas que tomaron el poder tras el derrocamiento del régimen de Víktor Yanukóvich.
“¡Abajo la bandera de Rusia!”, “¡Gloria a Ucrania!”, gritaban los manifestantes tártaros (proucranianos), que pretendían impedir -y lo consiguieron- la celebración de la sesión parlamentaria, alegando que la mayoría prorrusa se proponía abogar por el separatismo de Crimea.
Aunque el presidente del parlamento local, Vladimir Konstantinov, aseguró que estaba excluida cualquier discusión sobre una posible secesión de Crimea, eso no calmó los ánimos, y entre los dos grupos opuestos de manifestantes estallaron enfrentamientos y se lanzaron piedras, botellas y palos.
Los rumores sobre que se había registrado un muerto se confirmaron cuando los servicios médicos informaron de que se había encontrado a un hombre de mediada edad sin vida junto a la sede parlamentaria, pero pronto se estableció que la causa del fallecimiento fue un paro cardiaco.
Unos veinte tártaros consiguieron forzar su entrada a la Rada, pero ante la tensa situación, Rifat Chubarov, representante de esta minoría favorable a la permanencia de la península en Ucrania, salió al exterior y pidió a sus partidarios que se disolvieran.
“De forma muy organizada, aunque haya provocaciones. Habéis hecho mucho, no habéis permitido un conflicto. Os decimos que Crimea ha ganado”, aseguró.