$260 millones en peligro en Isla Bona

La paralización del proyecto de la petroterminal en isla Bona que lleva adelante la empresa Bona Pacific Corp., pone en peligro más de $260 millones en inversión extranjera y local y amenaza con convertirse un escollo para el sector logístico del país.

 Adicionalmente la decisión de la Contraloría pondría en telaLa paralización del proyecto de la petroterminal en isla Bona que lleva adelante la empresa Bona Pacific Corp., pone en peligro más de $260 millones en inversión extranjera y local y amenaza con convertirse un escollo para el sector logístico del país.

 Adicionalmente la decisión de la Contraloría pondría en tela de duda la seguridad jurídica del país, ya que se decretó la suspensión del proyecto luego que inversionistas panameños y extranjeros recibieron todas las autorizaciones y se arriesgaron invertir

En el tema ambiental la polémica está servida, ya que MiAmbiente ha certificado que el área a arrendar no es parte de ningún corredor biológico, y tampoco es reserva forestal, ni área protegida, por lo tanto no se prevé una afectación al ambiente, ni pone en peligro la flora, la fauna y el ecosistema marino de la región.

 Además, el municipio de Taboga señala que desde 1978, en la isla Bona se han realizado proyectos industriales y esta entidad fue la encargada de autorizar un contrato de arrendamiento con la empresa Hierro Panamá para el procesamiento de acero.

  El Registro Público certificó desde febrero de 2008 que el Municipio de Taboga era el propietario de la finca 1747, consistente en una isla denominada Bona, situada en el distrito de Taboga, la cual fue adquirida mediante escritura No.835 del 13 de diciembre de 1911.

El alcalde de Taboga, Ramón Ramos sostuvo que el proyecto se había satanizado, como si el mismo fuera acabar con Panamá y sin tomar en cuenta a los cientos de panameños que se beneficiarían económicamente en una de las zonas más pobres y necesitadas del país, como lo son el distrito de Taboga y el corregimiento de Otoque Oriente.

 Ramos explicó que durante el lapso de tiempo de la construcción de la obra se podrá contratar más de 300 personas, lo que impactará de forma directa la economía de la isla de Otoque Oriente y Occidente, mejorando sus servicios en la comunidad a través programas y proyectos de responsabilidad social que aplicará la empresa en materia de educación, salud y asistencia social.

  Adicionalmente los ingresos que recibirá el municipio de Taboga en materia de arrendamiento, son de gran importancia en el desarrollo de proyectos comunitarios a lo largo del Distrito de Taboga.

  Se duda la seguridad jurídica del país, ya que se decretó la suspensión del proyecto luego que inversionistas panameños y extranjeros recibieron todas las autorizaciones y se arriesgaron invertir

La paralización de la terminal se basa en dos puntos principales. El primero de ellos es que el Municipio de Taboga no era la autoridad idónea para dar en arrendamiento las tierras de Isla Bona, ya que se trataría de terrenos nacionales y la segunda es que es un santuario de aves marinas que debe ser protegido por leyes ambientales.

En el tema ambiental la polémica está servida, ya que MiAmbiente ha certificado que el área a arrendar no es parte de ningún corredor biológico, y tampoco es reserva forestal, ni área protegida, por lo tanto no se prevé una afectación al ambiente, ni pone en peligro la flora, la fauna y el ecosistema marino de la región.

 Además, el municipio de Taboga señala que desde 1978, en la isla Bona se han realizado proyectos industriales y esta entidad fue la encargada de autorizar un contrato de arrendamiento con la empresa Hierro Panamá para el procesamiento de acero.

  El Registro Público certificó desde febrero de 2008 que el Municipio de Taboga era el propietario de la finca 1747, consistente en una isla denominada Bona, situada en el distrito de Taboga, la cual fue adquirida mediante escritura No.835 del 13 de diciembre de 1911.

El alcalde de Taboga, Ramón Ramos sostuvo que el proyecto se había satanizado, como si el mismo fuera acabar con Panamá y sin tomar en cuenta a los cientos de panameños que se beneficiarían económicamente en una de las zonas más pobres y necesitadas del país, como lo son el distrito de Taboga y el corregimiento de Otoque Oriente.

 Ramos explicó que durante el lapso de tiempo de la construcción de la obra se podrá contratar más de 300 personas, lo que impactará de forma directa la economía de la isla de Otoque Oriente y Occidente, mejorando sus servicios en la comunidad a través programas y proyectos de responsabilidad social que aplicará la empresa en materia de educación, salud y asistencia social.