El ferri de Panamá
Para los jóvenes que leen este artículo, les parecerá una broma sin gracia, pero para aquellos jóvenes de la década del cincuenta, este artículo les traerá muchos
Funcionamiento
El ferri funcionó desde 1932 hasta septiembre de 1962. En ese tiempo las barcazas se remataron. Las compró un ciudadano ecuatoriano de apellido Bozani que fue gerente de la compañía arenera localizada en la Ave. Balboa. (Para 1996, fecha de este artículo) Los antiguos ferris aún trabajan; uno se encuentra en Chile y el otro nos dicen que en Brasil.
Para los jóvenes que leen este artículo, les parecerá una broma sin gracia, pero para aquellos jóvenes de la década del cincuenta, este artículo les traerá muchos recuerdos. ¿Por qué? Sencillo… no existía el Puente de las Américas.
El siguiente artículo es tomado del diario “La Prensa” del domingo 29 de diciembre de 1996/ 10B – Raíces. Por: Harry Castro Stanziola.
La carretera central que llegaba originalmente hasta la frontera de Veraguas con Chiriquí, y con posterioridad hasta el mismo David, había sido terminada, pero no había aún acceso a ella.
Al no existir ni un puente sobre el Canal, la única manera hasta entonces de alcanzar el nuevo camino, único medio de comunicación con el interior, era irse en barco hasta los pequeños puestos del litoral pacífico.
Fue por ello que el Gobierno norteamericano, cumpliendo con lo establecido en los tratados (?) construyó la carretera Thatcher y cedió en sus inicios unos barcos de su armada para que sirvieran como ferri o trasbordador para los autos y las persona de a pie que se dirigían hacia el interior del país.
Después se construyeron los apropiados y fueron puestos en función. Fueron dos: el Presidente Roosevelt y el Presidente Amador.
Del lado oeste, el ferri salía de La Boca (allí existía un comisariato de la Compañía del Canal que “le vendía a todo el mundo”. Entonces se compraban chocolates, panes, helados, “pork & beans”, o sea, cerdo con frijoles enlatados, y ya con ese cargamento, uno listo y aviado).
El ferri funcionó desde 1932 hasta septiembre de 1962. En ese tiempo las barcazas se remataron. Las compró un ciudadano ecuatoriano de apellido Bozani que fue gerente de la compañía arenera localizada en la Ave. Balboa. (Para 1996, fecha de este artículo) Los antiguos ferris aún trabajan; uno se encuentra en Chile y el otro nos dicen que en Brasil.
Aún sentimos sobre las mejillas y nos acordamos como nos despeinaba ese aire suave, agradable y fresco cuando, parados en la proa del “navío”, nos sentíamos como verdaderos almirantes en conquista de la peligrosa mar.