Importancia de la labor del psicólogo en el proceso penal

El psicólogo en el ámbito penal es un auxiliar de la administración de justicia. El nuevo modelo de procedimiento penal, trajo entre otras cosas la humanización del proceso penal, se pusieron en una balanza los derechos no solo de la parte del indiciado, imputado o acusado, sino también los derechos de las víctimas, los testigos o familiares.

Se cuenta con la Unidad de Protección a Víctimas, Testigos y demás intervinientes del proceso, conocida como UPAVIT, oficina adscrita al Ministerio Público, con la que se busca dar apoyo a las víctimas, los testigos o familiares de delitos. Dicha oficina está conformada por grupo de profesionales como psicólogos, trabajadores sociales y asesor legal, los cuales actúan de acuerdo a los requerimientos del Ministerio Público. Brindan ayuda a víctimas directas o sobrevivientes de delitos como Homicidio, Tentativa de Homicidio, Violencia Doméstica, Delitos Sexuales, Trata de Personas, Robos, Estupro, Violencia de Género, menores víctimas o cuando han sido testigos de delitos que causen un impacto en el mismo.

La labor del psicólogo de UPAVIT, es dar apoyos a esas víctimas vulnerables, por otro lado los psicólogos que pertenecen al Instituto de Medicina Legal (IMEL), tienen objetivos distintos, estos es determinar la afectación o no de la persona evaluada, puede ser la víctima, imputado o la persona sobre la cual el Ministerio Público o la Defensa requiera que sea evaluada, ambos pueden sugerir tratamiento o atención psicológica, pero debe llevarse a cabo en instituciones públicas o de manera particular.

Sin embargo, la intervención tanto del psicólogo de UPAVIT, como del Instituto de Medicina Legal u otro que aporte la parte interesada de manera particular, tiene efectos transcendentales para el proceso penal, pues los resultados de sus informes o periciales, inciden en la valoración en conjunto con otros elementos del aportados, en la aplicación de medidas cautelares, medidas de protección, salidas alternas que podrían fin al proceso, así como en la aplicación de condiciones por tratamiento del sujeto y puede ser una de las bases sobre las cuales se sustente una condena o absolución de una persona.