La viveza heróica de los próceres colonenses

El 5 de noviembre de 1903, Juan Antonio Henríquez, miembro de la Junta Revolucionaria de Colón, envió un telegrama que esperaban con ansias los próceres de la separación de Panamá de Colombia. El texto de ese telegrama es el siguiente: "Sólo ahora, 7:30 p.m., puede decirse que la independencia de Panamá está asegurada”. Estas palabras definen la importancia fundamental de Colón en la gesta separatista de 1903. Cerraron el episodio histórico del Istmo como departamento de Colombia, e iniciaron un nuevo país independiente. Algunos definen el papel de los colonenses en la separación como "una viveza heróica". Al enterarse el gobierno colombiano de que Panamá había declarado su independencia, enviaron a las costas de Colón los barcos colombianos "Cartagena" y "Alexander Bixio", con 500 soldados listos para sofocar la rebelión. Al mismo tiempo, y a pocos metros, las fuerzas navales de Estados Unidos anclaron el buque de guerra "Nashville". La misión de los generales colombianos Tobar y Amaya era llegar a la capital tomando el tren desde Colón. Pero las autoridades del ferrocarril (que era una especie de agencia de Estados Unidos) sacaron toda clase de excusas para evitar el traslado de las tropas. Tan sólo sus generales fueron trasladados y en la capital fueron tomados prisioneros. El coronel Eliseo Torres, quien quedó al mando de las tropas en Colón, amenazó con masacrar a los colonenses. Entonces, los miembros de la Junta Revolucionaria colonense, liderados por el alcalde Eleazar Guerrero y otras autoridades locales, se encargaron de convencerlo de que se regresara sin disparar una sola bala. ¿Cómo lo lograron? Le ofrecieron 8 mil dólares, razón suficiente para que este terminara aceptando. Luego él y sus tropas zarparon de Colón en el buque "Orinoco". Ahora, los próceres colonenses pudieron enviar su telegrama a Panamá, y asegurar la separación.