Panamá elimina secretismo de sociedades anónimas
Tras más de 40 años de arrastrar la fama mundial de ser un paraíso fiscal, Panamá ha decidido finalmente eliminar el secretismo sobre el propietario de las
Tras más de 40 años de arrastrar la fama mundial de ser un paraíso fiscal, Panamá ha decidido finalmente eliminar el secretismo sobre el propietario de las acciones al portador en las sociedades anónimas, un viejo mecanismo legal que sirvió para perderle el rastro a múltiples negocios internacionales cuestionables que fueron escondidos en suelo panameño, como “blanqueo” de dinero, evasión tributaria y pago de comisiones por favores y privilegios políticos, destaca el diario español "El País".
El presidente del país, Ricardo Martinelli, firmó el martes el ejecútese de una ley que establece que, en caso de una solicitud de autoridades competentes, sean inmovilizadas las acciones al portador para que pueda conocerse la identidad de su dueño.
“Esto es declarar al mundo que en Panamá no estamos haciendo esto, porque nos están tildando de pillos o de sinvergüenzas. Muy por el contrario. Es porque somos un país que actúa de la manera correcta”, dijo el panameño Roberto Troncoso, ex presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede). En una entrevista con El País, Troncoso explicó que desde antes de 1903, cuando Panamá se independizó de Colombia, “estamos con el tema de las sociedades anónimas” como instrumentos jurídicos consolidados en 1927.
“La idea de todo es conocer al beneficiario último. A través de las acciones al portador quizás haya alguna preocupación de que no se diga claramente quién es el último beneficiario”, subrayó, al recordar que “las sociedades anónimas son tan viejas como la creación del Canal de Panamá”, construido de 1904 a 1914.
“Es la perspectiva nacionalista de lo que siempre hemos hecho como una forma de comercio con sociedades anónimas, que son un sello de distinción, eficiencia, respaldo y honestidad de un país que abandera naves, y que a través de sus sociedades también hace fideicomisos y demás”, subrayó.
El estigma ha perseguido a Panamá por lo que se ha considerado como insuficientes o dudosos controles tributarios y jurídicos para evitar desaparecer la huella de fortunas “sucias”.